La experiencia, el sentido, los significados y otros aspectos subjetivos asociados a enfermedades transmisibles no suelen ser consideradas en la atención clínica, aun cuando pueden aportar valiosa información para el tratamiento y el diseño de protocolos y políticas públicas.
Para reforzar ese enfoque interpretativo, profesionales que atienden la problemática del Chagas en las regiones de Atacama, Tarapacá y Metropolitana participaron en jornadas de perfeccionamiento en el marco de la investigación ‘Chagas, desafíos para el Chile de hoy: diversidad, migración, territorio y acceso a derechos. Una aproximación cualitativa a la dinámica de atención de la enfermedad de Chagas’.

“Buscamos trasladar conocimiento que permita a los equipos de Salud comprender el aporte de lo cualitativo a la comprensión de los procesos de salud y enfermedad”, explica la Dra. Andrea Avaria, docente investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de Chile en Santiago y responsable del proyecto, financiado por el Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud (FONIS).

“Queremos llegar a una aproximación de la realidad de esta problemática desde una perspectiva territorial y de género, porque estar afectado por el Chagas y ser portador no es igual para hombres que para mujeres, ni para mujeres gestantes o personas donantes”.

Paula Cubillos, matrona del Servicio de Salud Metropolitano Norte, sostiene que la falta de información y de un seguimiento más efectivo son debilidades significativas en la atención a pacientes diagnosticados positivos.

“En Chile la transmisión es vertical, es decir de madre a hijo. Nos falta saber, por ejemplo, porqué una madre no lleva a su hijo a tratamiento sobre todo antes de cumplir un año de edad, y cómo apoyar la adherencia”.

Para la Dra. Edurne Urarte, médico de referencia del Hospital San Juan de Dios, el proyecto FONIS incorpora una mirada psicosocial e incluso étnica.

“Los médicos estamos acostumbrados a hacer diagnósticos objetivos y buscar soluciones rápidas, muchas veces farmacológicas. Este enfoque cualitativo nos abre hacia lo que sienten las personas y permite generar material que dé cuenta de estas realidades y así educar en esta enfermedad”.

Durante tres años, la investigación liderada por la Dra. Andrea Avaria recogerá y analizará información cualitativa que se traduzca en material educativo para usuarios, equipos de Salud y la población en general.

Además, espera llegar a recomendaciones para actualizar la Norma Técnica 162 del año 2014, sobre el control y la prevención de la enfermedad de Chagas en Chile.

Compartir en