La Centralidad en el Estudiante corresponde al eje protagónico del proceso formativo, por cuanto orienta el proceso de enseñanza y aprendizaje en el trabajo activo del estudiante.
El estudiante cumple un papel activo y comprometido con su propio aprendizaje para desarrollar las competencias definidas en su perfil de egreso, mediante experiencias de aprendizaje significativas y progresivas para su desarrollo integral como futuro profesional.
Este eje constituye el motor de todas las acciones de la docencia de pregrado y desde el año 2015 se han elaborado una serie de lineamientos para su desarrollo y, en definitiva, para la implementación del Modelo Educativo.