El Modelo Educativo de la Universidad Autónoma de Chile define cómo se desarrollará el proceso formativo, con el propósito que los estudiantes que ingresan puedan lograr las competencias comprometidas en los perfiles de egreso de las carreras de pregrado, facilitando entornos para el aprendizaje de calidad, apoyos y acompañamientos necesarios para el desarrollo integral, en toda la trayectoria formativa.

La formación de la Universidad Autónoma de Chile se distingue por:

  • La centralidad en el estudiante, asumiendo este un rol activo y comprometido con su aprendizaje para alcanzar las competencias definidas en su perfil de egreso.
  • Orientada al logro de competencias disciplinarias, profesionales y genéricas.
  • Desarrollo de competencias fundamentales para el futuro laboral: comunicación, trabajo en equipo, pensamiento crítico, comportamiento ético y responsabilidad social.
  • Profesores mediadores del aprendizaje, que generan experiencias de aprendizaje significativas mediante metodologías activas, donde los estudiantes deben aplicar los conocimientos para resolver problemas en el contexto real de su profesión.
  • Evaluaciones para el aprendizaje, en que el estudiante debe demostrar el logro de conocimientos, habilidades y actitudes.
  • Tecnologías de punta para el desarrollo profesional, como centros de simulación, laboratorios, equipos, centros clínicos, software, talleres, entre otros.
  • Acompañamiento y apoyos complementarios al currículum durante todo el proceso formativo.
  • Perfiles de egreso actualizados y pertinentes a los requerimientos del mundo laboral.
  • Planes de estudio con un itinerario formativo organizado en ciclos, lo que permite realizar seguimiento de cómo va alcanzando el logro del perfil cada estudiante, para advertir las brechas en un tiempo oportuno.

Contenidos y Secciones

La Centralidad en el Estudiante corresponde al eje protagónico del proceso formativo, por cuanto orienta el proceso de enseñanza y aprendizaje en el trabajo activo del estudiante.

El estudiante cumple un papel activo y comprometido con su propio aprendizaje para desarrollar las competencias definidas en su perfil de egreso, mediante experiencias de aprendizaje significativas y progresivas para su desarrollo integral como futuro profesional.

Este eje constituye el motor de todas las acciones de la docencia de pregrado y desde el año 2015 se han elaborado una serie de lineamientos para su desarrollo y, en definitiva, para la implementación del Modelo Educativo.

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