En el marco de la relación docente asistencial del Servicio de Salud Araucanía Sur con la Universidad Autónoma de Chile, la casa de estudios donó equipamiento clínico destinado a la capacitación de los funcionarios. Se trata del equipo HAL; un fantoma con tecnología médica de alto nivel, que utiliza interfaces en 3D y conexiones inalámbricas que facilitan las experiencias de simulación, tanto de diagnóstico como de tratamiento de los pacientes.

Evitando el uso de tubos y compresores externos, este tipo de instrumentos se sustenta en el uso de ventiladores mecánicos, monitores, desfibriladores y modernos software para la realización de escenarios clínicos que impliquen paros cardíacos y respiratorios, aplicación de inyecciones, evaluación de signos vitales, reconocimiento de fármacos en el torrente sanguíneo, simulación de hemorragias y técnicas de resucitación, entre otras situaciones.

El simulador está dotado con monitores touch para programación a distancia, además de diversas cámaras, cuyo registro contribuye a evaluar casos clínicos experimentados por estudiantes junto a sus docentes.

Por medio del fantoma y sus modernas aplicaciones complementarias se pueden tomar electrocardiogramas y detectar patologías relacionadas a la respiración. Esta herramienta también se caracteriza por facilitar el análisis de ruidos cardíacos, ejercicio que resulta clave diagnosticar el funcionamiento fisiológico del corazón, lo que es esencial para la detección de arritmias cardíacas. Asimismo, permite aplicar técnicas de entubación, traqueotomía, masaje cardíaco y medición de los niveles de saturación de oxígeno.

Por otro lado, los monitores que integran esta herramienta cuentan con puerto USB, lo que posibilita copiar casos y situaciones médicas en pendrives para después proceder a su respectivo análisis en computadores personales. Otro detalle interesante es que HAL es el primer modelo de simulación médica certificado por el Ejército de EE.UU. Lo anterior, se sustenta en que el aparato puede resistir distintos cambios de temperatura y presión.

El director del Servicio de Salud Araucanía Sur, Dr. Milton Moya, valoró el aporte. “Este es un aporte importante de la Universidad por sobre 28 millones de pesos como parte de la alianza estratégica. Esto sirve para entrenamiento para enfrentar emergencias. Estamos más que contentos porque estamos desarrollando competencias en profesionales de ambas instituciones, dijo.

En tanto, la vicedecana de la Facultad de Ciencias de la Salud, Anna María Botto profundizó en cómo esta relación beneficia a los alumnos de la casa de estudios. “Estos convenios entre la Universidad y el Servicio de Salud generan lazos con los lugares donde nuestros estudiantes realizarán su preclínico a internado para las seis carreras de la salud. La misión de la universidad es mejorar el entorno. A través de esta implementación el servicio puede mejorar su servicio y nosotros aportar a las personas”, recalcó.

Finalmente el vicerrector de Sede, Dr. Emilio Guerra, explicó cuál fue el sentido del aporte. “Existe una relación asistencial docente con el Servicio de Salud Araucanía Sur. Este equipo que ha donado ha servido para que el personal complemente sus conocimientos teóricos. Por otro lado, buscamos aportar con equipamiento que es importante para el desarrollo de los profesionales y que por distintos motivos no es posible comprar de manera directa”, expresó.

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