Estudiantes de diferentes carreras de la Universidad Autónoma de Chile recibieron la certificación que los reconoce como mentores y ayudantes durante el presente año académico, durante una actividad que se llevó a cabo en el Auditorio Andrés Bello, en Temuco, donde estuvieron presentes autoridades universitarias, jefes de carrera y familiares.
Este innovador programa busca reforzar a los estudiantes en su ingreso a la universidad. Los mentores trabajaban en habilidades blandas, competencias y hábitos de estudios, siendo su principal misión potenciar las habilidades comunicativas en los alumnos de primer año.
“Ellos se atrevieron y apostaron a que podían acompañar con dedicación y esfuerzo a quienes comienzan su formación universitaria, y eso sin duda que tiene un gran mérito personal y también para la institución, sus profesores y carreras. Cuando se habla del mentor es como hablar del maestro, valorar a aquel que me conduce, que me dirige, me guía hacia distintos espacios del conocimiento”, manifestó el vicerrector de Sede, Dr. Emilio Guerra.
Los estudiantes desarrollan activamente su labor como mentores. Este trabajo es muy admirado y reconocido por los directivos y los propios alumnos, ya que acerca de manera fácil a los jóvenes de primer año a la real vida universitaria.
“Cuando comenzó este proyecto hace varios meses atrás, decidí inscribirme sin saber mucho de que se trataba, sólo quería ser mentora de alumnos de primer año, tomando la decisión como una oportunidad y un desafío. Una vez finalizado el proceso de selección, comenzaron nuestras capacitaciones como mentores, transformándose en una motivadora instancia para aprender, lo que nos permitiría transmitir y desarrollar cada uno de los conocimientos y habilidades aprendidas», expresó la estudiante de Kinesiología y Mentora, Arelis Muñoz.
Sostuvo que «este proceso en lo personal fue bastante enriquecedor y se que para mis compañeros también. Las capacitaciones e inclusiones eran entretenidas, además teníamos sesiones con un coach en las que nos fuimos conociendo entre nosotros y al mismo tiempo adquiriendo herramientas para potenciar el desarrollo personal y académico de nuestros mentorizados”.
Además -añadió- “desde un principio sentí que al estar en igualdad de condiciones con mis mentorizados facilitaría la cercanía y el fiato que deberíamos tener con ellos, y así fue. En mi caso logré generar una cercanía y confianza con mi grupo, lo que posibilitó un mejor clima para aprender y despejar todas las inquietudes que ellos traían o que se iban generando en el proceso de mentoría”.
La idea de fondo, es que quienes entregan los conocimientos comprendan que son ellos los encargados de implementar los modelos teóricos en pos de brindar una calidad de educación, creando un ambiente cálido, donde el compañerismo y la solidaridad sean elementos propios, transformándose en el sello diferenciador de los profesionales que egresan de la Universidad Autónoma.