Un análisis de los más importantes desafíos de la Universidad Autónoma de Chile, con énfasis en la calidad académica y la centralidad pedagógica puesta en sus estudiantes, fueron parte de las materias abordadas durante la jornada de inicio de las actividades académicas 2016.
La actividad, realizada este jueves en Santiago, estuvo encabezada por el Rector, Dr. Teodoro Ribera, y contó con la participación de Vicerrectores corporativos, Decanos, Directores de carrera, Secretarios de Estudio y docentes investigadores.
En su intervención, la máxima autoridad universitaria repasó los principales hitos del año pasado, el escenario actual de la educación superior en el país y adelantó algunos de los hechos que marcarán parte de la gestión en el futuro inmediato.
En ese sentido, recalcó el sostenido desarrollo y crecimiento que ha experimentado en los últimos períodos, enfatizando que “el que la universidad haya hecho las cosas bien, es relevante para el país”, pues “hemos logrado avances muy importantes en calidad académica y de los servicios”.
Un nuevo período de Acreditación, por cuatro años incluyendo una vez más el área optativa de Vinculación con el Medio y por primera vez la de Investigación, fueron a su juicio parte de logros que reflejan la solidez institucional y al mismo tiempo, el compromiso de cada uno de sus colaboradores, a quienes invitó a elevar los estándares académicos y de servicios.
“Debemos valorar la existencia de las universidades privadas, por su aporte al desarrollo del país y al fortalecimiento de la clase media, entendiendo que la sociedad exige cambios por más calidad y no solo cobertura”, puntualizó el Dr. Ribera.
La jornada, organizada por la Vicerrectoría Académica, continuó con una sesión de trabajo en grupos en que cada uno de los asistentes aportó su visión en materias como el perfil de los alumnos de primer año y cursos superiores, y la importancia de las universidades tradicionales y privadas, así como las acciones necesarias para enfrentar ese nuevo escenario.
Al cerrar la actividad, el Rector destacó que “el solo ejercicio de intercambiar conocimientos y experiencias, de reunirse a conversar estos temas, ya tiene un valor. Cuando uno participa de decisiones a futuro, se siente más comprometido y a la vez corresponsable de lo que se está haciendo”.