En la Autónoma nos preocupamos de que nuestros profesores siempre estén perfeccionándose, para que su desempeño en la sala de clases sea innovador y efectivo. Pero eso no es todo. También es importante que enseñen con entusiasmo, compromiso y confianza en el poder de la educación.

Para el profesor e investigador Desmond MacLeod, bioquímico con doctorado en Química, es fundamental inspirar a sus estudiantes a aprender con una mirada crítica.

¿Qué significa para usted formar profesionales?

Conlleva una responsabilidad súper grande con la sociedad.

Los alumnos que se conviertan en profesionales deben ser capaces de realizar tareas específicas de acuerdo a su profesión. En este proceso, debemos no sólo entregar conocimientos; también formar en las habilidades técnicas y disciplinares.

Además debemos fomentar el pensamiento crítico, sobre todo para que puedan actualizar sus conocimientos en este mundo que avanza muy rápido en cuanto a tecnología.

También en nuestro rol de educadores, debemos incentivar la creatividad, la capacidad de trabajar en equipo, la resiliencia ante las adversidades y la responsabilidad social, de tal forma que no sean solamente profesionales interesados en trabajar por un sueldo, sino que se comprometan con mejorar la sociedad como agentes de cambio positivo en el mundo.

¿Siente esa vocación por enseñar?

Sí. Me apasiona compartir lo que sé y ver cómo mis estudiantes aprenden y crecen en conocimientos, resolución de problemas cada vez más complejos, y cómo extrapolan esos conocimientos a su futura profesión.

Me gusta inspirar en las nuevas generaciones el ser crítico con la información, presentándoles algunos casos o ejemplos que les hagan cuestionarse sus respuestas. El valor numérico que obtienen de un cálculo, por ejemplo de una reacción química, no es sólo un número; existe un contexto y que ese valor representa algo, que puede tener un costo económico en el caso de un proceso productivo, o repercutir en la salud de una persona por ejemplo al realizar el cálculo de dosis de un medicamento.

¿Por qué te gusta hacer docencia, además de investigación?

Mi abuela me contaba que cuando tenía 6 años, mi primo de 5 estuvo enfermo de varicela y no pudo asistir al colegio por varias semanas. Nosotros jugábamos a la escuelita. Luego de recuperarse volvió al colegio y ya había aprendido a leer.

Richard Feynman, ganador del premio nobel de Física, era llamado «the great explainer» por su capacidad de abstracción y manera de enseñar conceptos de física complicados de una forma casi mágica. Afirmaba que la mejor manera de aprender algo es enseñándolo.

Recordando la frase “el profesor enseña, el maestro educa”, ¿qué cualidades debe tener un buen docente?

Un buen docente debe tener expertise en el campo en que realizará docencia, además de tener conocimiento y experiencia en el área vocacional de los estudiantes. Por otro lado, debe ser un buen comunicador de estos conocimientos, motivando el aprendizaje, y guiándolo cuando sea necesario.

Lo ideal es conectar con sus estudiantes, comprender sus necesidades, las diferencias en cuanto a la capacidad de aprendizaje, así como cerrar las brechas o dificultades que presenten en cuanto aprendizaje y potenciar las aptitudes que posean y convertirlos en líderes positivos dentro de su carrera.

Además, debe inculcar la capacidad de desarrollar un proceso autónomo de aprendizaje, lo que en el futuro les llevará a tener un perfeccionamiento constante.

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