Las neurotecnologías abren nuevas posibilidades para tratar trastornos neurológicos y de salud mental que afectan a una de cada ocho personas en el mundo. Desde prótesis controladas con el pensamiento hasta terapias de estimulación cerebral utilizadas en tratamientos para el párkinson, la epilepsia o la depresión. Pero este acceso directo al cerebro también plantea grandes desafíos éticos: identidad, autonomía, privacidad y libertad de pensamiento están en juego.
Para dialogar sobre este tema y en representación de la Cátedra UNESCO Educación Científica para la Ciudadanía de la Universidad Autónoma de Chile, la investigadora Dra. Isabel Cornejo, tuvo una destacada participación en el seminario online “Avanzar en la neurotecnología protegiendo el cerebro humano: un marco ético global de la UNESCO”, realizado el 1 de octubre y que reunió a más de 170 personas de todo el mundo.
Durante la sesión se dialogó en torno al Proyecto de Recomendación sobre la Ética de la Neurotecnología, que se encuentra en elaboración por la UNESCO. El documento, fruto de dos años de debates entre expertos, consultas globales y negociaciones intergubernamentales, será presentado para su adopción en noviembre de 2025 por los 194 Estados Miembros.
En su intervención, la catedrática Jean Monnet y directora del Grupo de Estudios en IA, Metaverso, Neuroderechos y Neuroética de la institución señaló que, si bien el texto no hace referencia explícita a la ciudadanía, “sí existen elementos fundamentales de las neurotecnologías que podrían impactar en los derechos fundamentales y que, sin una adecuada regulación, podrían incluso afectar al Estado de derecho, la democracia y la noción de ciudadanía”.
Además de la Dra. Cornejo, participaron en el seminario Rusdy Ghazali Malueka, UNESCO Chair on Bioethics de la Universitas Gadjah Mada (Indonesia), y Christiane Druml, UNESCO Chair on Bioethics de la Medical University of Vienna (Austria).
La Dra. Cornejo también abordó los potenciales riesgos de un mal uso de la neurotecnología, con ejemplos como la reforma constitucional en Chile sobre neuroderechos, “que consagra nuevas configuraciones de derechos humanos como la privacidad mental, la integridad mental, la libertad cognitiva y la continuidad de la personalidad”. Asimismo, destacó que las regulaciones en este campo deben articularse con las normas de protección de datos y de inteligencia artificial.
Finalmente, la académica valoró su participación en el evento: “Se trata de instancias de relevancia global, con expertos de primer nivel a quienes se consulta sobre materias que hoy generan gran atención debido a los avances tecnológicos, cuyo uso puede provocar transformaciones sociales de dimensiones insospechadas. Ser representante de la Cátedra UNESCO de nuestra Universidad, y de toda América, fue un desafío muy relevante”, manifestó la académica.