Tras el megaincendio de Valparaíso este último fin de semana, han venido las preocupaciones por cómo ayudar a las más de once mil personas damnificadas. Ropa y enseres han sido los artículos más recogidos en los distintos puntos de acopio instalados en esa y otras ciudades, como en las distintas sedes de la Universidad Autónoma de Chile.
Pero surge además un interés especial por la salud de la población. La declaración de alerta sanitaria constituye una señal de que la situación podría complicarse a medida que transcurran los días.
Entre ellas, las enfermedades que puedan afectar a los niños que vivieron más de cerca esta tragedia y que permanecen en albergues, casa de familiares e incluso en lo poco que quedó de sus viviendas.
En entrevista con radio Agricultura, el Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, Dr. Fernando espina, llamó la atención acerca de la posible aparición de enfermedades relacionadas con la calidad del aire y las condiciones de habitabilidad en los albergues.
“La obstrucción bronquial no es un tema menor, en especial entre los menores de años”; “es lógico que se produzcan dolores, fiebres y cuadros bronquiales”.
Es importante en ese sentido “contar con un set de medicamentos que sean repartidos por la autoridad correspondiente, así como inhaladores, mascarillas, descongestionantes y medicamentos genéricos”.
También recordó que se espera una alta ocurrencia de heridas. En una atención de primeros auxilios “lo más importante es aplicar un flujo constante de agua en la zona de la lesión, más que cremas y desinfectantes que colocan alrededor y no sobre la herida”.
Por otro lado, el Dr. Espina llamó a aportar con una cantidad considerable de pañales para adultos y niños. “Cuando una persona se permanece con puestos durante mucho tiempo surgen infecciones en la zona genital y eso puede agregar una complicación más a la ya difícil situación en que se encuentran”.
Sin duda tanto o más importante que el abrigo y el tratamiento, es mantener el bienestar emocional de los damnificados y también sus familias, que indirectamente se han visto perjudicados por este desastre.
Los cuidados en salud mental son críticos en un contexto como este, precisó el Decano. “El no dormir, por ejemplo, puede derivar en dolores crónicos afecta a niños y adultos. Hay productos naturales, como las flores de Bach, que se podrían entregar además de un apoyo emocional a las familias para que sepan puedan sobrellevar esta tragedia”.