La educación, desde la antigua Grecia hasta los tiempos modernos, ha sido el eje de la sociedad, de la economía y la cultura, no obstante hoy nos enfrentamos a un fenómeno completamente distinto. Y es que la educación -progresivamente a lo largo de la historia-  ha dejado de ser un privilegio de la élite para transformarse en un derecho social, planteando nuevos desafíos a los gobiernos.

En este escenario, el destacado doctor en sociología, José Joaquín Brunner, dictó el seminario denominado “El estado de la Educación en Chile, una Visión General”, que fue organizado por la carrera de Pedagogía en Educación General Básica de la Universidad Autónoma de Chile en Talca y contó con la presencia de autoridades académicas, docentes, estudiantes e invitados, quienes se dieron cita en el Aula Magna de esta casa de estudios.

DSC_0675okBrunner no sólo es conocido a nivel nacional por sus tradicionales columnas de opinión, sino que cuenta con un nutrido curriculum que lo valida como uno de los expertos indiscutibles a la hora de hablar de educación. Miembro de los consejos científicos y asesores de diversas revistas académicas de corte internacional relacionadas con tópicos educativos; autor y coautor de más de 60 libros; ha trabajado en más de 30 países de América Latina como consultor de políticas de educación superior, ejerciendo las mismas funciones en África, Asia, Europa Central y del Este y en organizaciones como UNESCO y UNICEF, entre otras.

En Chile se desempeñó como Secretario General de Gobierno durante los años 1994-1998, presidió el Consejo Nacional de Televisión, el Comité Nacional de Programas de Pregrado y Consejo Superior de Educación. También ha sido integrante del Consejo de Ciencias del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDECYT).

Restituir los acuerdos

En esta ocasión, Brunner inició la jornada con una reflexión histórica respecto de la evolución del estado de la educación, tanto en nuestro país como en la región sur de América, analizando los desafíos planteados por el cambio total en el perfil educacional de la sociedad, donde si bien se ha logrado una universalización de la educación, no se ha podido unificar criterios tan importantes como la calidad de la misma.

“Chile en los últimos 15 ó 20 años ha hecho progresos muy significativos en materias educacionales, desde el sistema pre-escolar hasta el sistema de educación superior. Sin embargo, hoy me parece que la conducción de la política ha entrado en una etapa de confusión. Entonces hemos pasado de una trayectoria de crecimiento bastante seria -en la que hemos acumulado experiencias a partir de reformas graduales-  a una etapa en que estamos discutiendo metas que están fuera de lo real y lo posible. Un ejemplo de lo anterior, es la constante discusión centrada en la gratuidad universal para la educación superior, cuando deberíamos estar viendo como mejoramos la docencia y la investigación en las universidades”.

DSC_0714okPara el experto el sentimiento de confusión, poca conducción e incertidumbre del sistema, desemboca en una falta de consenso. “Está costándonos llegar a un acuerdo respecto a un posible diagnóstico actual que conlleve una visión de futuro compartida. Este es nuestro principal punto débil “, agregó.

En este sentido, el sociólogo reconoce que si bien hay una permanente critica circundante al proyecto de educación superior, ésta no proviene de un sólo frente. “Cada sector de la sociedad chilena tiene un tipo de opinión negativa respecto de este proyecto y tendremos que esperar un tiempo hasta que se vea claramente que es lo que el gobierno quiere impulsar como discusión en el parlamento. A mi juicio el proyecto actual – tal como está-  no creo que pueda concitar un acuerdo mínimo a nivel político ni menos en la opinión pública, generando -para las diferentes instituciones educacionales-  una situación muy inconfortable, ya que está en juego su futuro, su financiamiento, el marco regulatorio, la forma cómo será evaluada, cuál es su relación con el Estado, entre otras cosas. Y todo esto se encuentra en este momento en el aire”.

Finalmente, para Brunner el único camino para resolver este panorama es restituyendo los acuerdos. “Debemos articular distintas visiones, intereses e ideas respecto al concepto de educación superior para poder avanzar. Ahora dependemos de la capacidad y liderazgo de distintos sectores y actores nacionales, pero la mayor responsabilidad recae en el gobierno, que debe dar las condiciones para llegar a un acuerdo nacional”, concluyó.

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