Una de las principales características de nuestro siglo es el acelerado envejecimiento de la población mundial, hecho que obliga a los gobiernos a implementar diversas políticas públicas que contribuyan a enfrentar este escenario. En efecto, entre 2000 y 2050, la proporción de los habitantes del planeta mayores de 60 años se duplicará, pasando del 11% al 22%. En números absolutos, este grupo de edad pasará de 605 millones a 2.000 millones en el transcurso de medio siglo.

Frente a este panorama es necesario considerar con seriedad los nuevos requerimientos de este creciente porcentaje de la población, teniendo en cuenta uno de los principales temores de las personas frente a la vejez: la pérdida de la memoria y la consiguiente invalidez intelectual.

memoriaBajo este precepto la investigadora y académica de la Universidad Autónoma de Chile en Talca,  Dra. María Victoria Plaza está realizando una investigación enfocada en generar herramientas que permitan desarrollar programas de intervención que propicien el envejecimiento activo de la población.

“Aplicación del procedimiento de consecuencias diferenciales para la mejora de la memoria en envejecimiento normal y patológico. Contribuciones para el desarrollo de programas de intervención y de políticas públicas para el envejecimiento activo”, es el nombre del proyecto FONDECYT, cuyo deadline se sitúa a fines del 2017.

El principal objetivo del estudio es explorar si el Procedimiento de Consecuencias Diferenciales podría ser útil en la mejora de la ejecución de tareas cotidianas que implican el reconocimiento de familiares, objetos abstractos y escenas complejas -en envejecimiento normal y patológico-  tareas en las que estas poblaciones suelen presentar dificultades. Dentro del envejecimiento patológico se encuentra trabajando con pacientes con enfermedad de Alzheimer y personas que tuvieron dependencia alcohólica.

Asimismo, la Dra. Plaza obtuvo la aprobación del Comité de Ética del Servicio de Salud del Maule, lo que le ha permitido realizar evaluaciones neuropsicológicas a determinados pacientes con el fin de llevar a cabo la selección de la muestra.

Para la doctora en Psicología, la memoria es fundamental, ya que permite reconocernos dentro del mundo, conformando la base de nuestra identidad y siendo el lugar donde vamos almacenando el conocimiento adquirido a través del tiempo. “Más aún, la memoria es una parte fundamental en el desarrollo de los procesos interactivos con el entorno natural y social que nos rodea. El proceso natural de envejecimiento está a menudo relacionado con un declive de la memoria, que es especialmente evidente en pacientes con demencia. Este declive tiene un impacto negativo en la autonomía de las personas mayores, limitando sus actividades cotidianas y haciéndoles más dependientes de otros”, explicó la investigadora.

Ma. Victoria Plaza

Añade que “los datos socio-demográficos indican que es esencial llevar a cabo una transformación para afrontar las necesidades sociales generadas por el envejecimiento de la población. Por este motivo, es esencial promover técnicas sencillas, como el Procedimiento de Consecuencias Diferenciales, que puedan ser utilizadas en contextos clínicos y familiares. Así, podremos contribuir en la mejora de su independencia y calidad de vida”.

La Dra. María Victoria Plaza es Licenciada en Psicología y Doctora internacional en Psicología por la Universidad de Almería (España). Antes de ser profesora de la Universidad Autónoma de Chile, desempeñó su actividad investigadora en la Universidad de New York-Binghamton (EEUU), la Universidad de Durham (Reino Unido) y las Universidades de Murcia y Almería (España), donde además realizó labores docentes en las carreras de Psicología y Fonoaudiología.

Su investigación se centra en principalmente en el estudio y aplicación del Procedimiento de Consecuencias Diferenciales (PCD) en poblaciones con problemas de memoria, siendo los primeros estudios que sobre esta temática se realizan a nivel internacional.

Es autora y coautora de diferentes publicaciones indexadas en revistas internacionales de alto impacto. Desde 2010 es miembro de la Sociedad Española de Psicología Experimental (SEPEX) y desde 2012 pertenece también a la Asociación Española de Psicología Perinatal (AEPP).

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