Un total de 25 óleos sobre tela y dibujos con técnica mixta conforman “Moradas”, un recorrido visual que da cuenta de profundas reflexiones acerca de la espiritualidad, lo terrenal y lo divino, a través de distintas expresiones de la figura humana.
Admirador de los maestros del Renacimiento, Marcelo Guerra Celis reconoce estar cada vez más alejado de las grandes justificaciones teóricas de la pintura, para dedicarse “simplemente a pintar lo que me gusta”, sin limitaciones conceptuales, transitando libremente entre el cuerpo humano, objetos y naturaleza.
La antigua casona que hoy acoge a la “Casa Autónoma, arte y cultura”, en pleno centro de Providencia –declarada Inmueble de Conservación Histórica en 1966- recibe hasta el próximo 13 de septiembre parte de sus trabajos en una exposición que marca su regreso a las salas del país tras exitosos montajes en Brasil, México e Israel.
Abierta a todo público con entrada liberada, el título de la muestra representa una profunda búsqueda interior del autor. Define esta colección como las moradas por donde transita el hombre para protegerse, distraerse, disfrutar o simplemente contemplar el amor.
“Un castillo consta de muchas habitaciones: en el subterráneo, a los lados, en el centro y una principal en donde debo llegar. Aquí esta lo espiritual y lo pagano, lo imaginario y real, lo posible e imposible, lo femenino y masculino, lo tangible e intangible. Están todas las características de nuestro ‘yo’ interno”, señala Guerra.
“Dentro de este castillo realizo el viaje de mi alma; observando, explorando, bosquejando, dibujando, pintando y entregándome en cada morada. Practico y ejercito la perfección de cada obra, recorro con mi pincel cada espacio de la tela con un solo fin: plasmar mi realidad sabiendo que es subjetiva. Cada uno observa mis obras desde su propia realidad y subjetividad, y caminará en su propia morada con sus propios pies”, añade.
Al igual que la figura humana, la religiosidad y la espiritualidad han sido temas recurrentes en su trabajo y han ido formando su personalidad. Por eso, asegura que con ‘Moradas’ su objetivo es “encontrar mi alma junto a Dios”.
“Mostrar mis obras en una sala universitaria me acerca a un público muy joven que quizá no me conoce mucho. Sus apreciaciones acerca de mis pinturas y dibujos son un aporte muy importante para mi labor creativa y eso es muy significativo para cualquier artista. Es una suerte de reencuentro con Chile, porque gran parte de mi trayectoria ha sido en el extranjero”, confiesa el artista.
Sus colecciones han sido admiradas en más de un centenar de exposiciones individuales y colectivas en Alemania, Colombia, Cuba, Estados Unidos, España, Francia, Israel, Inglaterra, Italia, México y Suiza.
Marcelo Guerra cursó la educación básica y media en el Colegio San Ignacio El Bosque de Santiago. Es Licenciado en Artes por la Pontificia Universidad Católica de Chile, estudiando más tarde en el Taller de Arte Moderno de la Universidad de Colorado en Estados Unidos y gracias a una beca de postgrado en la Universidad de Florencia (Italia).
Entre sus reconocimientos más importantes están el Soho International Arts Competition en Nueva York (Estados Unidos) y de la Comunidad israelita de Santiago.
Para lo que resta de este 2015, ya tiene programadas exposiciones en la Galería Jadite de Nueva York (Estados Unidos) y la Galería Munic en Kiria Tono (Israel).
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