DSC06233Treinta y cuatro estudiantes de la carrera de Odontología fueron investidos en una solemne ceremonia que contó con la presencia de docentes, padres y amigos. Esta actividad –desarrollada en el Auditorio Juan Pablo Laporte-marca el inicio de las prácticas clínicas. Por ello, este es un momento muy esperado para estos futuros profesionales.

Lo primero fue el juramento. El docente y odontólogo leyó en público los compromisos de los jóvenes. “Comprometen a recibir con honor y gratitud el símbolo que marca el inicio de las prácticas clínicas. Como estudiantes investidos prometieron aplicar de manera ética los conocimientos traspasados por sus docentes, respetando los derechos fundamentales del ser humano y la diversidad cultural. También respetar la confidencialidad de los pacientes y recordar que la odontología no es solo una ciencia sino también un arte y por –sobre todo- que la compresión y compasión son tan importantes como el conocimiento teórico que poseen”, dijo.

Los jóvenes, que cursan cuarto año, optan a prácticas profesionales en hospitales y consultorios públicos, además de la nueva Clínica Integrada de Salud de la casa de estudios. Ese centro asistencial cuenta con tecnología de primer nivel; 76 box dentales y más de 8 mil metros cuadrados de superficie.

En la oportunidad, la carrera reconoció a los estudiantes destacados. Lídice Hernández obtuvo distinciones por mejor rendimiento académico y mejor compañera. En la categoría “agentes de cambio” –que se premia por primera vez- se destacó la labor de Javier Aedo.

DSC06237El estudiante Matías Muñoz realizó un discurso en nombre de todos sus compañeros. “Nos reunimos en un día muy especial. Es la mitad de nuestro camino como futuros dentistas. Es importante recordar como ya han pasado tres años desde que nos conocemos y tenemos un buen grupo de amigos. El tiempo va pasando y nos vemos enfrentados a lo que tanto hemos luchado: iniciar las prácticas clínicas. Esto recién comienza y el desafío es mostrar todo lo que sabemos”, sostuvo.

En tanto, la vicedecana de la Facultad de Salud y directora de la carrera de Odontología, Ana María Botto, destacó la importancia de esta ceremonia. “Es bueno en la vida marcar hitos. Esta ceremonia marca un antes y un después. Hace tres años comenzaron sus estudios con ciencias básicas. Luego llegaron a uno intermedio y ahora entraron a uno avanzado. Ahora van a ejercer la profesión gracias a un odontólogo que los va a acompañar. Este paso implica responsabilidades. Por eso partimos la ceremonia con un encendido tres de velas que simbolizan el corazón, mente y espíritu. Son las fuerzas que los van a guiar”, manifestó.

 

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