invierno-niñosLa llegada del invierno no sólo trae consigo una baja considerable de la temperatura sino también aquellas enfermedades que causan más de una molestia, sobre todo cuando afectan a los más pequeños del hogar. En ese sentido, la enfermera y docente Claudia Orellana, entrega una serie de medidas para evitarlas.

Existen estudios que demuestran que la lactancia materna protege de las infecciones respiratorias y ayuda al correcto desarrollo del sistema inmunológico, lo que otorga protección a largo plazo. Este factor también reduce el riesgo de otitis media, una complicación muy frecuente de los resfríos; reduce el riesgo de hospitalización cuando el niño o niña tiene una neumonía y hace que los resfríos sean mucho más leves y cortos.

“Más que el frío o la contaminación, es la transmisión de virus el factor más importante para que un niño o niña se enferme. Por eso, la primera medida es protegerse del contacto con personas infectadas. Hay que evitar exponerlos a situaciones de riesgo, como visitas innecesarias a centros médicos y recintos con mucha gente y poca ventilación”, explicó la profesional.

Por otro lado es importante vacunar a los menores de edad. Desde 1994, el sistema público de salud implementa la Campaña de Invierno, que despliega un conjunto de estrategias para enfrentar el alza en la demanda por atención de enfermedades respiratorias. Estas acciones van acompañadas por una campaña comunicacional orientada a educar e informar a la población sobre el buen uso de la red asistencial.

Hace 20 años, el 60% de los niños y niñas que padecían enfermedades respiratorias fallecían en domicilio, sin que mediara consulta a un médico durante los cinco días anteriores al fallecimiento, ya que los adultos no reconocían signos y síntomas de gravedad. En el año 2004, esta cifra alcanzó un 30%, reduciendo a la mitad la mortalidad infantil por esta causa, demostrando la pertinencia y necesidad de continuar la campaña.

“Hay dos grandes tipos de vacunas: las que evitan que uno se enferme y las que hacen que los síntomas sean más leves. Siempre es recomendable vacunarse. Existen muchos mitos sobre estas; incluso se ha dicho que pueden causar autismo, pero no existe un solo estudio que lo pueda demostrar”, agregó Claudia Orellana.

La enfermera recomienda, además, recurrir a un centro asistencial de manera inmediata con los niños en casos concretos: si su pecho se hunde entre sus costillas, si sus labios se ponen morados, si respira con dificultad, si está más irritable de lo normal, si no quiere mamar y –finalmente- si no quiere comer y/o no quiere tomar líquidos.

Del mismo modo, existen recomendaciones que se aplican para toda la familia: lave sus manos frecuentemente, encienda estufas a parafina en exteriores, ventile sus espacios; limpie y desinfecte superficies. Por otro lado también es importante evitar realizar actividades deportivas al aire libre en días de alerta ambiental.

Los expertos también recomiendan no fumar dentro del hogar; al toser tápese la boca con el antebrazo; y usar pañuelos desechables que posteriormente deben se botados al basurero.

 

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