DSC_0068Si bien siempre ha existido el suicidio -hoy es la décima causa de muerte a nivel mundial- no es menos cierto que durante los últimos años ha habido un incremento lamentable de jóvenes que deciden terminar con sus vidas, mientras los expertos en el área de salud mental son los llamados a trabajar en la prevención de esta compleja y dura realidad.

En esta línea, la carrera de Psicología de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, dictó el Seminario: Ideación y conducta suicida en adolescentes y adultos emergentes, el que tuvo como objetivo distinguir problemáticas psicosociales características de estos grupos etarios; integrando aspectos cognitivos, conductuales y emocionales con el fin de obtener una comprensión global del ser humano.

La Directora de la Carrera,  Doctora © Paulina Gaspar, puntualizó que “nuestro país tiene altas tasas de suicidio, por tanto, cobra especial relevancia poder generar un seminario sobre el tema en el que los estudiantes de la carrera puedan conocer un poco más acerca de los factores protectores, los indicadores para conocer riesgos de suicidios y los modelos teóricos que hoy se están abordando. De esta manera buscamos fomentar la prevención y la investigación en torno a esta problemática”.

La conducta suicida es un problema multidimensional y complejo, que resulta de la interacción dinámica de factores biológicos, genéticos psicológicos, económicos, sociodemográficos y culturales.

El psicólogo Pablo Méndez, Doctor en Psicología Clínica y de la Salud (UAM España), fue el encargado de dar a conocer a los asistentes las diversas estadísticas que se manejan en torno al tema; una mirada respecto de la ideación y la conducta suicida en el mundo, Chile y la Región del Maule.

En efecto, los datos expuestos por Méndez son al menos inquietantes, cuando se considera el aumento en los porcentajes de suicidios en la Séptima región, donde la tasa de muerte intencional de adolescentes -entre 15 y 19 años- es la más alta de nuestro país.

Como consecuencia de estas estadísticas generadas en el año 2010, nuestra región comenzó a ser parte de un programa piloto en prevención del suicidio liderado por el COSAM (Centro Comunitario de Salud Mental Familiar), quienes actualmente están trabajando en la contención de la población vulnerable respecto a esta temática.

Otro de los datos aportados por el experto, fue el aumento en los suicidios femeninos, hecho que atribuye a una serie de factores. “Principalmente creo que muchas de las enfermedades psiquiátricas son mal diagnosticadas y, por ende, reciben un tratamiento farmacológico y terapéutico inadecuado, que no permite superar la afección mental. Sumado al acceso a métodos más letales, como armas de fuego, ahorcamiento e, incluso, el uso pesticidas”, aseveró el psicólogo.

Sin embargo, la principal causa detrás de esta ola de suicidios adolescentes –a juicio del expositor- tiene directa relación con la pérdida de soportes emocionales, especialmente con el núcleo familiar. “Si bien todo lo que represente el quiebre de un vínculo interpersonal considerado significativo puede determinar una decisión como esta, no cabe duda, que los padres siguen siendo el mayor lazo. Lamentablemente, el contexto social está entregando menos soporte, los adolescentes se sienten más discriminados y son conscientes de esta realidad. Además, se suman estos quiebres y comportamientos de riesgo, lo que finalmente dan una ecuación letal”, aseveró.

DSC_0080Para Doctor en Psicología Clínica y de la Salud, la serie de cambios a los que se ha visto enfrentada la sociedad, como la incorporación de la mujer al trabajo, también han tenido su cuota de participación en el hecho. “Hoy muchos adolescentes pasan el día solos; madre y padre deben trabajar para poder mantener cubiertas las necesidades básicas. Entonces, estamos entregando -como padres-  el tiempo que nos sobra a nuestras familias; el exceso de trabajo y el cansancio hace que no queramos “problemas” al llegar a casa  y , por tanto, cualquier tipo de tensión con los hijos se amplifica y genera un quiebre. En definitiva, nuestras técnicas de resolución de conflictos son bastante disfuncionales”, acotó.

Finalmente, hizo un llamado a la sociedad a estar atentos a los comportamientos de los adolescentes, los que muchas veces se confunden con manipulación. “Más que una mera intencionalidad, esa persona o joven –efectivamente- quiere llamar la atención, pero es un grito de urgencia. Creo que tendemos a subestimar este tipo de manifestaciones, cuando en la realidad deberíamos sobredimensionarlas y averiguar la verdadera intencionalidad detrás del acto”, concluyó.

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