Un grupo de 30 profesionales que se desempeñan en residencias familiares pertenecientes a la red del Servicio Nacional de Protección Especializada de la Niñez y Adolescencia en la Región del Maule, recibió la certificación por haber cumplido un programa de capacitación entregado por docentes de 11 carreras de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, que apunta a la entrega de herramientas y el desarrollo de competencias para potenciar un trabajo integral con menores vulnerados.

Esta acción es parte de un convenio de colaboración entre el organismo estatal en el Maule, la casa de estudios superiores y Desafío Levantemos Chile, el que ha permitido desde 2018 contribuir con instancias de capacitación a monitores y monitoras de residencias, aportando desde la academia a la mejora en la calidad de vida de niños, niñas y adolescentes que han sido vulnerados en sus derechos, y apuntando a garantizar un cuidado oportuno de los menores de la red de atención estatal.

Así fue destacado en la emotiva ceremonia en que los educadores y educadoras de trato directo de las residencias en el Maule recibieron de manos de autoridades regionales, universitarias y de la fundación sus respectivas certificaciones luego de la capacitación que incluyó temáticas como manejo de situaciones de crisis, autocuidado, primeros auxilios, procesos de identidad de género, estimulación temprana, comunicación efectiva, entre otros.

“Este proyecto tiene un componente que es fundamental: el trabajo colaborativo que nos ha permitido capacitar a monitoras y monitores de trato directo. Esta iniciativa tiene una historia, lleva cerca de 4 años en los que hemos ido trabajando con las instituciones por lo que nos llena de orgullo poder ir avanzando y poder entregar herramientas que son útiles, no solamente para los formadores, sino también para los niños que necesitan permanentemente ser apoyados”, destacó el director de Vinculación con el Medio, Admisión y Comunicaciones de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, Hans Heyer.

Por su parte, la directora regional (S) del Servicio de Protección Especializada de la Niñez y Adolescencia, María Francisca Cabello, valoró igualmente el trabajo colaborativo con el cual, dijo, se logra entregar herramientas y competencias técnicas a las personas que están en permanente relación con los niños, niñas y adolescentes. “Desde ahí que es muy importante la adquisición de herramientas técnicas para perfeccionar las intervenciones”, señaló, al tiempo que agregó que es muy importante para el servicio generar articulaciones con las universidades. “Sin ese apoyo colaborativo no podría ser posible la articulación de la entrega de herramientas técnicas para los profesionales que trabajan al interior del servicio, tanto en la administración directa como con organismos colaboradores, así es que es del todo relevante lo que dice relación con convenios con casa de estudios, particularmente con la Universidad Autónoma de Chile”.

Desde Desafío Levantemos Chile, el director de Desarrollo Social, Nicolás Canales, precisó que la evaluación del programa es muy positiva, subrayando que “lo más importante es el mensaje que queremos dar, de que más entidades pueden hacer esto; creo que el modelo es lo importante y en eso se caracteriza nuestra organización, en generar modelos que permitan ser replicados en otros territorios porque al final este problema que evidenciamos en las residencias es bastante similar de Arica a Punta Arenas, lo único que cambia muchas veces son los contextos geográficos pero los instrumentos y herramientas están en el propio territorio”, puntualizó.

Más herramientas

En la perspectiva de lo planteado por la directora (S) del servicio Mejor Niñez, en atención a que los educadores y educadoras de las residencias están en la línea directa de atención y son quienes generan vínculos afectivos con los menores, la profesional de la Fundación Mi Hogar de Cauquenes, Carla Acuña, calificó como muy enriquecedor el proceso de capacitación que les entregó más herramientas para poder ejercer con mayor dedicación, tiempo y pasión su labor. “Las actividades fueron muy positivas, la forma didáctica de cómo entretener y no llevar solamente el apresto escolar o la higiene del sueño, sino también tener una rutina para jugar, para distraerse y para visualizar otro tipo de habilidades en ellos también”, destacó.

Compartir en