Argentina, Perú, Paraguay, Puerto Rico y Brasil enfrentan récords de casos de dengue, desencadenando la preocupación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), desde donde alertaron “la peor temporada de dengue que se haya tenido en América”. Sólo para tener una idea, en Argentina ya se registran más de 200 mil casos y 129 fallecidos, superando con creces las 65 muertes de la temporada anterior. En Brasil en tanto, durante los tres primeros meses del 2024 ya hay 840 mil casos más que en todo el 2023, presionando fuertemente los servicios sanitarios.

Las causas de estos brotes son múltiples, siendo clave en su propagación el aumento de las lluvias, la alta humedad y un clima más cálido asociados al cambio climático y al fenómeno de El Niño. La situación ha sido analizada en los últimos informes anuales de The Lancet Countdown, donde se señala que el cambio climático continuará implicando un incremento del riesgo de contraer infecciones como dengue o malaria.

En el caso de Chile, las características geográficas hacen que el país no sea un lugar propicio para el mosquito del dengue (Aedes aegypti). Sin embargo, el cambio climático puede modificar esa realidad, especialmente en las regiones del norte. Hasta el 23 de marzo, los casos de dengue importados se triplicaron en comparación a la misma fecha en 2023, registrándose 96 casos importados y 16 casos endémicos en la Isla de Pascua.

A esta altura, es innegable que la enfermedad del dengue impactará fuertemente a nuestro continente, repercutiendo en la calidad de vida, en los recursos y acciones sanitarias, y en la economía. En ese contexto, es crucial que Chile continúe reforzando medidas preventivas y de control, incluyendo las ya establecidas alertas sanitarias y reforzando la vigilancia epidemiológica, junto con planes de acción preventivas.

La salud de la población está directamente relacionada con la salud del planeta, y ante un clima que continúa cambiando, los efectos sociales y sanitarios seguirán provocando diferentes emergencias, para las cuales no estamos del todo preparados. Esta enfermedad, como otras, puede pasar de ser una amenaza latente a una nueva realidad sanitaria.

Dra. Yasna Palmeiro
Investigadora The Lancet Countdown Latin America
Asesora del Centro de Comunicación de las Ciencias U. Autónoma.

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