Según un estudio del año 2022 de Generadoras de Chile y la Red de Pobreza Energética (RedPE), el 66,2% de las casas presentó problemas de eficiencia energética; es decir, no eran capaces de optimizar su consumo sin comprometer el rendimiento o su calidad de vida. Y el 23% de las familias declaró pasar frío durante invierno.
Una “vivienda de energía cero”, o simplemente “vivienda cero”, es aquella que produce el equivalente a la energía que consume en un año, logrando un balance energético neto cero. Esto se logra a través de una combinación de alta eficiencia energética y energía renovable como los paneles solares fotovoltaicos.
“Esto hace que la energía para calefaccionar una casa, por ejemplo, sea muy baja”, asegura el Dr. Juan Pablo Cárdenas, profesor e investigador de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Medio Ambiente de la Universidad Autónoma de Chile, donde impulsa una línea de I+D+i+e en construcción sustentable 4.0.
Hay cinco principios fundamentales para disminuir al máximo las pérdidas de energía: aislación térmica, ventanas de alta calidad, diseños libres de puentes térmicos, hermeticidad al aire y ventilación con recuperación de calor.
¿Es posible?
Para una vivienda cero, explica que “primero se deben considerar aspectos como el clima y la orientación de la construcción. Luego, es clave aplicar esos principios de modo que la energía que se genere para el confort interior se conserve y no se pierda fácilmente”.
En el contexto de su investigación “Desarrollo de vivienda social modular mediante construcción industrializada para suplir el déficit habitacional en Chile” (2023-2025), financiada por CORFO-23CVI-245620, diseñó una solución constructiva para un prototipo de cero energía: un sistema de partes y piezas de terciado estructural con un aislante reciclado de poliuretano u otro de 250 milímetros de espesor.
Con ello, logró una transmitancia térmica (capacidad de los materiales para permitir el paso de la energía) de 0.18 vatios por metro cuadrado (W/m2K). “La energía consumida en el período de un año en calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria e iluminación, será cubierta por un sistema de energía fotovoltaica con un excedente para otros usos eléctricos”.
Fabricación digital
El prototipo considera una manufactura aprovechando tecnología de avanzada, que permite diseñar y producir componentes de construcción con alta precisión y bajo desperdicio de materiales.
Esta metodología no sólo facilita la producción en masa de elementos constructivos con exactitud milimétrica y ajustados a las necesidades específicas de cada vivienda. También asegura una mayor precisión en el ensamblaje, menores tiempos de construcción y una mejor eficiencia energética pues reduce significativamente las pérdidas de energía por filtraciones o puentes térmicos, validando así el concepto de viviendas de cero energía.