Con la participación de investigadores nacionales e internacionales, estudiantes y representantes de diversas instituciones, se llevó a cabo la ceremonia de cierre del proyecto ATE220014, Uso eficiente del agua para la agricultura sustentable bajo condiciones de cambio climático, iniciativa financiada por el Concurso Anillos de Investigación en Áreas Temáticas Específicas de ANID.
Durante tres años de trabajo, el proyecto tuvo como objetivo desarrollar y difundir nuevos conocimientos y estrategias para optimizar el uso del recurso hídrico en la agricultura, promoviendo cultivos más resilientes y sostenibles frente al actual escenario de crisis climática y escasez hídrica.
El equipo, liderado por el Dr. Luis Morales Quintana, investigador de la Universidad Autónoma de Chile, reunió a especialistas de la Universidad Mayor, la Universidad de Talca y la Universidad de Concepción, conformando un consorcio multidisciplinario y transregional. “Nos planteamos abordar tres desafíos: mejorar la retención de agua en el suelo, recuperar aguas contaminadas para uso agrícola y ayudar a que las plantas administren mejor su consumo hídrico mediante compuestos bioactivos”, señaló Morales durante la ceremonia.
Entre los resultados científicos más destacados del proyecto se encuentran:
-35 publicaciones científicas en revistas de alto impacto.
-Formación de más de 35 jóvenes investigadores entre postdoctorados, doctorandos y tesistas de pregrado.
-Participación en más de 80 congresos nacionales e internacionales.
-Desarrollo de dos tecnologías en proceso de patentamiento.
-Instalación de laboratorios especializados y una planta semi piloto para producción de bioproductos de uso agrícola.
El Dr. Juan Matos, codirector del proyecto, destacó el alcance integral del trabajo científico y su proyección socioambiental: “No solo desarrollamos ciencia de frontera, sino que la llevamos a la comunidad. Trabajamos con colegios, realizamos concursos, talleres y actividades que promueven una cultura del cuidado del agua. Y, sobre todo, demostramos que Chile tiene la capacidad tecnológica para enfrentar escenarios de escasez hídrica y dependencia de fertilizantes importados”.
La iniciativa también se caracterizó por haber impulsado experiencias colaborativas entre equipos diversos. Para la Dra. Po Shan Poon, de la Universidad de Concepción, este trabajo “no solo fortaleció competencias científicas, sino que abrió nuevas perspectivas humanas y académicas, generando vínculos que trascienden el proyecto y proyectan futuras líneas de investigación conjunta”.
La dimensión internacional se vio reforzada con la participación del Dr. Stephan Pollmann, académico de la Universidad Politécnica de Madrid, quien colaboró en la investigación y dictó una charla magistral durante la jornada de cierre. “La crisis hídrica es un problema global. Las estrategias que se desarrollan en Chile tienen relevancia para regiones agrícolas de todo el mundo que hoy enfrentan desertificación acelerada”, sostuvo.
Un aporte científico con impacto y proyección
El proyecto concluye formalmente en noviembre, pero sus investigadores aseguraron que las líneas abiertas continuarán a través de nuevas postulaciones, colaboraciones internacionales y transferencia tecnológica hacia sectores productivos y territorios rurales.
“El mensaje es claro: cuidar el agua no es solo responsabilidad de la ciencia, sino de toda la sociedad. Y para eso necesitamos seguir investigando, enseñando y creando vínculos”, afirmó el Dr. Morales al cierre del encuentro.