América Solidaria - Benito BarandaVivir la experiencia del voluntariado en otro país y conocer otras culturas, es la invitación que hace América Solidaria a los titulados de la Universidad Autónoma de Chile. Los profesionales pasarán a formar parte de una red internacional multidisciplinaria, caracterizada por un sólido compromiso con la acción social.

Gracias a un acuerdo entre ambas instituciones y el compromiso de la comunidad de ex alumnos, la fundación encabezada por Benito Baranda busca reforzar la ejecución de proyectos que mejoran la calidad de vida de los individuos y familias más vulnerables del continente.

El Presidente del Directorio de esta organización sin fines de lucro, con presencia en varios países de la región, asegura que el verdadero sentido del voluntariado está en la ayuda gratuita a los demás. “En un mundo que se ha mercantilizado es más difícil entrar con esta lógica no-utilitarista”, dice. “Por lo tanto, predomina una mayor justificación para insistir en la construcción de nuestra humanidad y la sociedad a través de vínculos gratuitos entre las personas, donde el voluntariado tiene un tremendo rol de enseñanza, aprendizaje y ejercicio de la solidaridad auténtica”.

Al mismo tiempo, hace un enérgico y entusiasta llamado a los estudiantes universitarios a experimenten la riqueza de servir gratuitamente a otros y luchar por mejorar la sociedad.

-¿Qué herramientas se necesita para ser un voluntario efectivo?

La primera es disposición a servir de manera igualitaria, reconociendo la excepcionalidad y la dignidad del otro, independiente de la situación en que se encuentre, su edad, nacionalidad u origen étnico. Sobre esta base inicial -que se debe desarrollar, conducir y educar-, un voluntario requiere una buena formación en la tarea a realizar, lo que implica acompañamiento en una dinámica de aprendizaje-servicio. Por último, para que el ser voluntario efectivamente me transforme e impacte positivamente a los demás, debe ser parte de un cuerpo de personas que sueñen y proyecten un mundo donde la dignidad de cada persona sea respetada y las oportunidades de desarrollo partan de una igualdad básica.

-¿Por qué es relevante que las instituciones de educación cuenten con programas de voluntariado?

Los seres humanos no sólo crecemos gracias a los bienes materiales que poseemos, es decir al TENER, sino que existen otros ámbitos tan o más importantes que se refieren al Ser, Hacer y Estar. En la formación de educación superior no se puede ignorar esta multidimensionalidad; hacerlo sería suicida para la realización personal y para la comunidad en la que vive. Por eso, hay que estimular el compromiso social, los comportamientos pro-sociales y la responsabilidad con el mundo que nos rodea y con los demás.

“La educación superior es un terreno muy apropiado para consolidar este ‘sentido social’. No sólo por los importantes beneficios que una acción voluntaria aportaría a la comunidad, sino por sobre todo para el desarrollo moral y social del ser humano, para que éste alcance la madurez de su conciencia moral y logre comportarse humanamente.

-¿Qué se necesita para movilizar a las personas hacia la acción social?

Lo primero que se requiere son testimonios vivos de lo que significa ser voluntario y cómo esto modifica el mundo, partiendo desde la misma persona que se involucra y de la realidad en la que trabaja. Desde las políticas públicas debe ser reestablecida una educación ciudadana escolar y universitaria, que se vincule a la práctica permanente y no sólo a una teoría abstracta y que parta de la misma vida de los educandos. Finalmente, está el dar reconocimiento social al servicio gratuito en la comunidad, que la cultura se vaya construyendo desde la donación mutua y no sólo desde los criterios del mercado.

-¿Qué se necesita para establecer un red de voluntariado comunitario?

Hay que partir por vincular a los jóvenes con la realidad, en particular con aquella que evidencia exclusión social, falta de oportunidades y pobreza. Luego, se debe despertar y motivar las grandes capacidades para ponerlas al servicio de la inclusión, la ampliación de oportunidades y el reconocimiento de derechos.

-¿Qué mensaje daría a los jóvenes para que se motiven con el voluntariado?

Si quieren ser felices, libres y realizados, que experimenten la gran riqueza que hay en servir gratuitamente a otros y en luchar por cambiar las situaciones injustas de nuestra sociedad. Es posible hacerlo.

-¿Cómo se puede medir el impacto del voluntariado?

El voluntariado se expresa por intermedio de la donación de tiempo, talento y dinero. Su éxito tiene al menos tres dimensiones donde podemos tener indicadores: el nivel de desarrollo de la conciencia moral del voluntario; la autonomía e interdependencia que logran las personas y/o comunidades a las que se direcciona el servicio y la salud social que tenemos (cómo nos tratamos).

-¿Qué tipo de experiencias se pueden encontrar en América Solidaria?

La mayor experiencia que puede proveer América Solidaria se da en la transformación personal, el empoderamiento comunitario, el protagonismo y la construcción de un proyecto de vida. Nuestros principales logros han sido mantenernos en el voluntariado como apuesta por una nueva manera de vincularnos, asociándonos a organizaciones que ya van modificando su manera de existir en medio de comunidades excluidas; y la extensión que vamos logrando. Esto aportará a una masa crítica de instituciones y personas que pensamos y actuamos para un mundo más humano.

América Solidaria es una ONG sin fines de lucro, enfocada a construir redes de apoyo para involucrarse directamente con las comunidades más pobres en la región. Para ello, desarrolla diversos proyectos en los ámbitos de la educación, la salud, el desarrollo productivo y comunitario, y solidaridad.

El correo electrónico voluntariado@uautonoma.cl recibe las solicitudes para ser parte de la red internacional de voluntarios.

 

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