DSC_0534Estar en la mitad de la carrera tiene una serie de significados y junto con ello representa el fruto del esfuerzo tanto personal como familiar. Es por esto que la  Universidad Autónoma de Chile ha convertido en una tradición las llamadas Ceremonias de Investiduras, que marcan el inicio de las prácticas profesionales y estampan un hito en la vida del estudiante.

Esta vez fue el turno de Pedagogía en Educación Física, donde 68  alumnos de quinto año -quienes vestían orgullos el buzo deportivo de su universidad- fueron investidos en compañía de sus padres, amigos y cercanos. Esta es la tercera ceremonia realizada por la carrera y la octava generación de egreso.

“Este es un momento especial para ellos porque llegan al final de la carrera y para nosotros, que hemos entregado parte de nuestras vidas a formar colegas que se transformen en un ejemplo”, dijo el director de la carrera en Talca, magíster Alejandro Almonacid, Destacó la importancia de formar profesionales responsables, capaces de producir un impacto positivo en los distintos lugares donde les corresponda actuar y con la facultad de seleccionar y aplicar principios, métodos y técnicas para llevar a cabo el proceso educativo en los diferentes procesos.

En este aspecto, el inicio de este nuevo período fortalece la vocación y el amor por la enseñanza, empleando los conocimientos entregados y aplicando el sentido ético en su actuar.  Es el primer acercamiento a la vida laboral y los primeros indicios de lo que serán en el futuro como profesionales.

DSC_0522“Este es mi último año, estoy realizando mi práctica profesional y mi tesis, estoy muy contento de haber llegado hasta acá y compartir este momento con mis seres queridos”, recalcó Italo Riquelme.

En este camino recorrido cada actor tiene su rol y la familia es, sin duda, el pilar fundamental en el éxito de un alumno. Es por esto que la idea central de la investidura es que los familiares acompañen en sus éxitos académicos a sus hijos y vean materializado su esfuerzo. “Estoy muy contenta y orgullosa, mi hijo ya está en la recta final de su carrera y como mamá también estoy agradecida con el apoyo brindado por la universidad durante estos años”, puntualizó la apoderada Gloria Ramírez.

Compartir en