
Estudiantes, académicos y aliados institucionales participaron de una nueva jornada del Club de Lectura, organizada por el área de Sostenibilidad y Responsabilidad Social en conjunto con el Grupo de Investigación en Literatura y Escuela (LyE) de la Universidad Autónoma de Chile. El encuentro permitió reafirmar el compromiso de la institución con la formación cultural y la lectura como práctica colaborativa y transformadora.
La directora Académica de Sede, Marcela Chávez, valoró el espacio por su dinamismo y relevancia comunitaria: “Esto no se hace en todas las Sedes. Recuerdo cuando participé en este club y de todas las cosas importantes que se hacen aquí, como la salida al Museo Ferroviario y el trabajo con aliados como la Dibam”.
La iniciativa cuenta con la coordinación de Pilar Valenzuela, académica de la Facultad de Educación e integrante del Grupo LyE, quien explicó la consolidación de este proyecto a lo largo de tres años de trabajo continuo junto a la coordinación de Bibliotecas Públicas.
“Actualmente tenemos cuatro clubes permanentes. Tres en castellano -los lunes, martes y miércoles, con reuniones mensuales. y un club en inglés, guiado por el American Corner los jueves. Hemos creado actividades significativas, pero lo más relevante es haber conformado una unidad de lectura donde convergen estudiantes, colaboradores y egresados”, detalló.
El encuentro contó además con la participación de Leonardo Naranjo, coordinador regional de Bibliotecas Públicas de La Araucanía, quien destacó el impacto del modelo lector en la región: “Tenemos 27 clubes de lectura y cuatro bibliotecas, siendo una de las regiones con mayor demanda de libros. La gente de La Araucanía lee mucho; y esta alianza con la Universidad Autónoma de Chile fortalece el trabajo que realizamos”.
Naranjo subrayó que más de mil libros se imprimen anualmente en la región, muchos financiados por sus propios autores, y que la colaboración con la Universidad se ha mantenido activa durante tres años.
Cabe destacar que este espacio de lectura pone en evidencia cómo la literatura se convierte en una herramienta clave para fortalecer vínculos, construir comunidad y fomentar el pensamiento crítico. A través de esta iniciativa, la institución superior contribuye activamente a la formación integral de sus participantes y al trabajo colaborativo con redes públicas que promueven el acceso equitativo a la cultura.