En una emotiva ceremonia que reunió a autoridades universitarias, docentes, estudiantes y profesionales del trabajo social, se celebró el Día del Trabajador Social en Chile, coincidiendo además con la conmemoración de los 100 años de historia desde la creación de la primera escuela de formación en Chile y Latinoamérica.

Cada 11 de noviembre, se conmemora el cierre del Primer Encuentro Gremial de 1950, jornada en la cual se proclamó este día como el Día Nacional del Asistente Social (hoy trabajador social), marcando un hito que dio origen a la Federación de Asistentes Sociales en Chile, precursora del actual Colegio de Trabajadores Sociales de Chile.

La vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades y directora de la carrera de Trabajo Social, Ana Luz Higuera, destacó la gran convocatoria y la importancia de reflexionar sobre el rol de la profesión en su centenario. “Compartimos el sentir del compromiso social para poder contribuir al mejoramiento de la calidad de vida y el bienestar social de nuestras comunidades. La igualdad y el desarrollo social son principios valiosos para nosotros como profesionales, ya que nuestro desarrollo va ligado al desarrollo de la sociedad”, declaró.

El evento contó además con la participación de la destacada Asistente Social y ex docente de la Universidad Autónoma de Chile Sede Temuco, Sandra Hernández Rojas, quien compartió su experiencia y reflexiones en torno al ejercicio de la profesión y su trayectoria en instituciones y en la formación de profesionales del trabajo social.

Durante el seminario, se destacó también a los estudiantes de la carrera por sus méritos académicos, compromiso vocacional y liderazgo, reflejando las sólidas competencias vinculadas al perfil profesional del trabajador social.

La ceremonia concluyó con un llamado a los futuros profesionales a mantener viva la pasión por su disciplina, a abrazar el aprendizaje y a ser actores en la transformación social, resguardando siempre un actuar ético y propositivo. Se enfatizó que, bajo la colaboración, el compromiso y la rigurosidad, los Trabajadores Sociales serán capaces de abordar los desafíos de los próximos 100 años y contribuir en cada espacio social.

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