
La Universidad Autónoma de Chile realizó la Ceremonia de Certificación de Ayudantes, instancia que destacó a estudiantes de distintas carreras por su participación en la “Escuela de Ayudantes”, programa que fortalece sus competencias pedagógicas y su liderazgo en procesos de enseñanza-aprendizaje dentro del aula.
Durante la actividad, el vicerrector Académico, Dr. Hernán Viguera, destacó el propósito formativo de esta experiencia. “Lo importante es reconocer que un grupo de estudiantes fue más allá: buscó agregar valor a su formación y aprovechó la oportunidad que brinda la Universidad para formar ayudantes. Este programa los dota de competencias, habilidades y experiencias para liderar procesos de enseñanza-aprendizaje con sus propios pares, algo altamente valorado por los estudiantes que reciben esta ayudantía”, expresó.
Agregó que estas instancias permiten desarrollar liderazgo, un sello que impacta tanto la experiencia en aula como su futuro profesional. “Ser ayudante habla de estudiantes comprometidos con su entorno y con la comunidad. Son experiencias que potencian un enfoque de sostenibilidad, responsabilidad social y desarrollo de las personas, aportando valor a su trayectoria profesional de cara a su futuro laboral”.
Desde el testimonio estudiantil, Trinidad Thomas, alumna de quinto año de Medicina y ayudante del curso de Neurociencias, compartió su experiencia. “Este es mi tercer año como ayudante y realmente ha sido increíble. Aunque exige tiempo, especialmente en carreras con alta carga académica, la satisfacción de llegar a la sala, ver a los estudiantes y compartir con ellos lo compensa todo. Me voy siempre contenta, porque disfruto enseñar y construir comunidad con otros niveles de la carrera. Siento que ser ayudante aporta al crecimiento personal y también al académico, porque refuerzas contenidos y aprendes nuevas estrategias de estudio”, comentó.
Por su parte, Marcelo Cevas, vicerrector de la Sede Talca, destacó el valor histórico y formativo de las ayudantías, así como la importancia de profesionalizar este rol. “Muchos de quienes hoy trabajamos en la Universidad comenzamos siendo ayudantes, pero en tiempos donde este proceso era mucho más informal. Hoy existe una estructura formativa basada en tres niveles —básico, intermedio y avanzado— que preparan a los estudiantes en metodologías de enseñanza-aprendizaje. Varios de los certificados completaron uno o dos niveles, lo que es doblemente meritorio”, explicó.
La ceremonia reconoció el esfuerzo, dedicación y vocación de estudiantes que, además de su carga académica, eligieron aportar al aprendizaje de sus pares. La Escuela de Ayudantes es una instancia clave para fortalecer habilidades docentes, el liderazgo estudiantil y el desarrollo de futuros profesionales comprometidos con el aprendizaje y el servicio a la comunidad.