La editorial de la novena edición de “El encuentro” llama la atención acerca del rol de agentes de cambio de los alumnos y titulados formados en la Universidad Autónoma de Chile, ya sea a través de su desempeño en los diversos centros de práctica como durante su ejercicio profesional.
Por lo mismo, parte importante de sus contenidos, en formato digital, abordan las experiencias de sus estudiantes y ex alumnos en instituciones como SENAME, establecimientos educacionales, municipios y otras instituciones públicas y privadas.
Así, la revista estudiantil surgida al alero de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, señala en su primera página que “influimos tanto en el entorno como éste influye en nosotros. Este vínculo se caracteriza por la comunicación que tengamos con el medio y la respuesta que demos a esa comunicación”.
Fabián Astorga cuenta que desde hace siete meses trabaja como psicólogo en una «residencia de alta complejidad” del Servicio Nacional de Menores que atiende a adolescentes de entre 12 y 18 años de edad que han sufrido vulneraciones graves a sus derechos.
“Es relevante empoderar a los profesionales que interactúen con este perfil de usuarios, por un tema ético y de autocuidado. Ambos enfoques son importantes para desarrollar estrategias efectivas en la consecución de logros en la intervención y mantener la motivación en los psicólogos”.
A su juicio, la convivencia con esos jóvenes “tiende a generar sentimientos de aprecio positivo y profundo por ellos. A veces, pude observar cómo el SENAME no solo se sostiene con capital, sino también a partir de voluntades poderosas pero poco retribuidas de los profesionales”.
“El centro de práctica es, sin duda, el lugar donde se cumple uno de los roles más importantes como estudiante”, señala Valeria Ramírez, de quinto año de Psicología. Ejerció como Orientadora en la Escuela Padre Álvaro Lavín de la Fundación Súmate del Hogar de Cristo, que imparte enseñanza básica al 20% más vulnerable de la población.
“Los elementos facilitadores que han permitido que desempeñe mis labores, fueron la disposición de los integrantes del equipo para aclarar dudas, facilitar los espacios y condiciones, además de las libertades horarias. La buena recepción de los estudiantes al momento de realizar los talleres, fue producto del trabajo constante, el tiempo y perseverancia por validar dichas instancias y el rol que ejercía en cada contexto y lugar”, explica en su artículo.
La última edición de la revista “El encuentro” abarca también temas como la psicogerontología, la psicología política, el estudio Bitácora Social III elaborado por el Centro de Estudios y Gestión Social (CEGES), además de otros aportes de alumnos y profesionales de Temuco, Talca y Santiago.