La experiencia del intercambio, a través del programa “Un Semestre en el Extranjero” que ofrece la Universidad Autónoma de Chile, representa para muchos estudiantes un verdadero desafío, en el que confluyen lo académico y los lazos familiares.
Katherine Contreras Arenas, estudiante de cuarto año de Psicología en Santiago, cursó un semestre en la Universidad Rovira i Virgili, en Tarragona, España. Llegó en enero pasado y no duda en recalcar que su experiencia europea fue fundamental para definir sus intereses profesionales.
“En lo personal me ayudó harto, porque una está acostumbrada a estar con su familia y amigos. Yo fui a España con una compañera de la misma carrera”, dice, resaltando el hecho de «conocer otras modalidades de estudios y ver qué te puede ofrecer ir al extranjero”.
Añade que el semestre fuera de Chile “me orientó mucho en lo que quiero hacer más adelante, porque ya tengo un título en Publicidad mención Marketing y mi idea siempre ha sido combinarlo con la Psicología. Además, el campo allá en España es bien amplio, por ejemplo, en Psicología Publicitaria”.
En esa línea, la alumna de Psicología reconoció que optar por la movilidad internacional es una decisión provechosa sobre cualquier situación puntual. “Era la primera vez que se hacía intercambio con la institución catalana, por lo que tuvimos clases en español y catalán”, subrayando que “los beneficios que esta experiencia aporta han sido bastante positivos, porque te ayuda a definir tu camino profesional”.
Al respecto, la Coordinadora de Movilidad Internacional, Alejandra Meneses, nos comentó que entre las motivaciones que plantean los estudiantes para decidirse por el intercambio están “el conocer otras realidades y culturas, comparar las carreras afines, relacionarse con compañeros de universidades extranjeras que vienen al país y la atractiva oferta académica de las instituciones en convenio con la Universidad”.