
• El académico y ex director del Instituto Nacional de Derechos Humanos advirtió que, aunque la mayoría de los chilenos recuerda el estallido con violencia y decepción, el escenario actual es más complejo que entonces, lo que exige responsabilidad y capacidad de condenar la violencia para resguardar la democracia.
La Universidad Autónoma de Chile fue escenario de la presentación del libro “Ocurrió en octubre”, escrito por el abogado, académico y ex director del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Sergio Micco Aguayo, publicado por Ediciones UC. La actividad, que contó con la participación de la comunidad universitaria e invitados especiales, se convirtió en un espacio de reflexión académica en torno a los procesos sociales y políticos que han marcado la historia reciente del país, promoviendo una mirada crítica y constructiva desde la formación universitaria.
La instancia estuvo encabezada por Aldo Casinelli, director de la Escuela de Gobierno de la casa de estudios, quien destacó el rol de las universidades como actores sociales abiertos al debate y la vinculación con la ciudadanía. “Las universidades son instituciones permeables, abiertas al diálogo con la sociedad. El conocimiento no se construye a puerta cerrada, sino en interacción con la comunidad. Es ahí donde la universidad cumple un papel relevante como actor social”, subrayó.
Reflexiones
Durante la presentación, el autor compartió una mirada crítica sobre las causas y consecuencias del estallido social de 2019, enfatizando la necesidad de una política más efectiva y responsable. “Las causas del estallido social deben ser enfrentadas con mayor decisión: un crecimiento económico estancado, una crisis de seguridad y profundas desigualdades, especialmente el maltrato entre los chilenos. Todo ello exige una mejor política”, recalcó Micco.
El académico advirtió que, en caso de que el país enfrente nuevamente una situación de convulsión social, la respuesta dependerá de la actitud frente a las violaciones de derechos humanos y la violencia. “Me gustaría que contáramos con una clase política capaz de condenar la violencia, algo que no ocurrió en 2019 y cuyos resultados pudieron ser muy dramáticos. En el libro planteo que incluso pudimos haber puesto en riesgo nuestra democracia”, expresó.
Consultado sobre la posibilidad de un nuevo estallido social, Micco sostuvo que no lo considera probable en el corto plazo, aunque observa un escenario más complejo que el vivido en 2019. “Cuatro de cada cinco chilenos guardan un mal recuerdo del estallido, principalmente porque lo asocian a violencia y delincuencia, o porque se decepcionaron al ver que lo que vino después fue peor. Hoy estamos en una situación más difícil que entonces. Sin embargo, la experiencia internacional demuestra que las redes sociales, la conciencia frente a los abusos y la corrupción política pueden gatillar nuevos estallidos. Por eso insisto: necesitamos una clase política distinta a la que actuó en 2019”, concluyó.