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En las dependencias de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, el deportista paralímpico Cristóbal Aranda, actual número uno del país en la disciplina de Boccia Adaptada categoría BC3, continúa con sus intensas jornadas de entrenamiento de cara a importantes desafíos deportivos, entre ellos el Campeonato Nacional que se desarrollará en Santiago en agosto, y un torneo internacional en Cali, Colombia, programado para octubre.
Boccia es un deporte de precisión y estrategia, practicado por personas con parálisis cerebral o discapacidades físicas severas. En la categoría BC3, como la de Cristóbal, los jugadores utilizan una rampa y la asistencia de un ayudante para lanzar las bolas. El objetivo es dejar sus bolas lo más cerca posible de la bola blanca, compitiendo en mangas individuales, por parejas o equipos.
Detrás de cada sesión de entrenamiento hay años de disciplina, compromiso familiar y pasión por el deporte. Waldo Aranda, entrenador y padre de Cristóbal, destaca que llevan más de una década trabajando juntos. “Cristóbal ha sido número uno de Chile en su categoría durante tres años consecutivos. Actualmente ocupa el noveno lugar a nivel panamericano y el 74° a nivel mundial. Eso nos obliga a mantener un ritmo de preparación constante, sobre todo ahora que se vienen campeonatos clave como el interregional de Placilla el 30 de julio y el nacional en agosto, antes del viaje a Colombia”.
De acuerdo a lo explicado por Mocayr Portes Junior, director de la carrera de Pedagogía en Educación Física “nos sentimos orgullosos de apoyar este tipo de iniciativas, que no solo fomentan el deporte adaptado, sino que también forman parte de nuestra misión como carrera. A través del convenio con la Asociación Paralímpica del Maule, ofrecemos espacios y colaboración activa para el desarrollo de estos atletas. Para nosotros, formar profesores implica también generar impacto social y contribuir activamente al desarrollo del deporte en la región y en el país”.
Además de Cristóbal, una nueva deportista en etapa inicial también está siendo preparada para participar por primera vez en el Campeonato Nacional, con miras a integrarse de forma permanente a la disciplina paralímpica.
El deportista valora cada espacio de entrenamiento, especialmente durante el invierno, cuando las condiciones climáticas dificultan la práctica deportiva. “Ha sido muy duro entrenar con frío, pero vale la pena si eso me permite representar bien a Chile en Colombia. Uno siempre apunta al primer lugar, pero lo más importante es mantener el ranking, porque si no asisto a los torneos internacionales, voy perdiendo puntos y bajando posiciones”, explicó.
La Boccia, más allá de ser un deporte de alto rendimiento, representa una herramienta terapéutica, de inclusión y de desarrollo personal para quienes la practican. Y en esa tarea, la alianza entre el esfuerzo de las familias, el compromiso de los deportistas y el respaldo de instituciones como la Universidad Autónoma de Chile, marcan la diferencia.