La Dra. Elizabeth Núñez, directora de Ingeniería Civil Informática en la Universidad Autónoma de Chile de la Sede Talca, recuerda con entusiasmo sus primeros pasos en el mundo de la informática. “Desde muy joven sentí una profunda curiosidad por entender cómo funcionaban las cosas, especialmente todo lo relacionado con computadoras y sistemas”.

Su formación académica en Venezuela fue en un entorno diverso, con una participación femenina significativa, por lo que llegar a Chile y encontrarse con salas de clases sin estudiantes mujeres fue un verdadero impacto. “Eso me impulsó a trabajar activamente por cambiar esa realidad”.

Al asumir la dirección de la carrera, se encontró con una matrícula compuesta casi por hombres, sólo contaba con seis mujeres. Por lo mismo, “comencé a trabajar para visibilizar otras formas de ser ingeniera, acercándome a colegios, generando encuentros con mujeres del rubro y demostrando que sí se puede”.

Para Elizabeth, los estereotipos siguen siendo una de las principales barreras para que más mujeres ingresen y permanezcan en carreras STEM. “Que las niñas no son buenas para la lógica, que programar es algo masculino, o que esta carrera es solitaria, son ideas que debemos combatir desde la educación”.

Desde su rol de liderazgo, ha impulsado una gestión académica con foco en la equidad. “Formar ingenieros e ingenieras es mucho más que enseñar código”. Esta visión ha sido reforzada por el proyecto Ingeniería 2030, que “ha permitido fortalecer el plan de estudios, incorporar liderazgo femenino y promover experiencias transformadoras como el encuentro de mujeres en ingeniería”, que ya va en su tercera versión en Talca.

Insiste en que las futuras ingenieras deben sentirse acompañadas desde el inicio. A las jóvenes que sienten curiosidad por la informática, les dice con convicción: “La informática no tiene género: tiene lógica, creatividad y espacio para todas. Si te apasiona, este camino también es para ti. Y acá estamos muchas listas para apoyarte”.

La Universidad Autónoma de Chile, a través de sus carreras de ingeniería y del impulso del proyecto Ingeniería 2030, promueve una formación con perspectiva de género, foco en la innovación y compromiso con el desarrollo territorial. Experiencias como la de Elizabeth reflejan el propósito institucional de nuestra Universidad de contribuir a una sociedad más equitativa y preparada para los desafíos del futuro.

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