“Elegí Chile porque es un país reconocido en Latinoamérica por el avance y compromiso académico en el área de la fonoaudiología; por su enfoque clínico, el desarrollo en investigación y por su inclusión en políticas públicas”. Esa es la razón por la que Karla Gallego, estudiante de la Escuela Colombiana de Rehabilitación, se decidió por nuestro país para hacer su intercambio.
¿Y por qué la Universidad Autónoma de Chile? “Porque cuenta con una formación sólida y actualizada en Fonoaudiología, con un enfoque integral que combina la teoría con una fuerte base práctica en campos clínicos reales. Me llamó la atención su infraestructura, la vinculación con centros de salud y la posibilidad de aprender de docentes con experiencia en áreas altamente especializadas”.
Estudiando esa carrera en la sede Temuco descubrió otra parte de la vida universitaria. “Siempre he tenido en mí una sabia frase que decía Juan Ruiz Mora: el que no vive para servir, no sirve para vivir. Decidí participar en el Voluntariado de Invierno 2025 apoyando a la Escuela Juan Wevering de Puerto Domínguez (a 80 kilómetros de Temuco) porque sentí el deseo de contribuir de manera concreta a una comunidad”.
En esta actividad, organizada por ExperienciaUA, Karla vio el valor del trabajo colaborativo y la enorme calidez de su gente; el compromiso con su propia Escuela y su identidad local. “Como estudiante, me llevo herramientas que no se aprenden en las aulas: trabajar desde el respeto, adaptarme a nuevas realidades y valorar lo colectivo por sobre lo individual. Volví a Colombia con más motivación para aportar desde mi profesión, con una mirada más humana y comprometida con las comunidades”.
Una experiencia que “marcó un antes y un después en mi vida personal y profesional. Me llevo recuerdos imborrables, amistades nuevas y la certeza de que pequeñas acciones, como pintar una sala o limpiar un espacio, pueden tener un gran impacto en la vida de una comunidad. Estoy profundamente agradecida por haber sido parte de este voluntariado”.