El 70% de la matriz energética primaria de Chile proviene de combustibles fósiles, altamente contaminantes. Ello explicaría que algunos indicadores clave en esta materia revelen que durante las últimas dos décadas el país haya aumentado en más de 150% su emisión de CO2, muy por encima del crecimiento promedio mundial (51,3%), así como del conjunto de países de la OCDE-América (9,4%) y del total de economías desarrolladas integradas en la OCDE (9%).
En este contexto, el Dr. José Manuel Cansino, investigador asociado y académico de la Universidad Autónoma de Chile, lidera un proyecto internacional que busca definir los determinantes de un crecimiento económico menos contaminante, pero aun así competitivo.
Sus investigaciones se centran en la economía de la energía y del medio ambiente, así como en la evaluación de políticas públicas, con 34 artículos publicados en revistas científicas indexadas.
“Reducir las emisiones de CO2 sin perder competitividad”, es el nombre de la charla que el Dr. Cansino dictará el próximo miércoles 4 de noviembre en Temuco, y que es organizada por la subdirección de Investigación de la Universidad Autónoma de Chile.
Inscripción es gratuita, al correo akinkead@uautonoma.cl
Durante la conferencia, realizada en el mes de julio en Santiago, el experto adelantó que “Chile camina hacia un mix energético más limpio, en línea con economías más desarrolladas”, pero recalcando que aún queda mucho por avanzar.
Su estudio -que cuenta con financiamiento FONDECYT- espera diseñar un nuevo modelo de crecimiento sostenible, bajo en emisiones de carbono, pero sin afectar la competitividad de las empresas.
El especialista –director de la cátedra de Economía de la Energía y del Medio Ambiente en la Universidad de Sevilla, España- enfatizó que la evidencia sugiere que “es posible crecer económicamente y reducir la contaminación al mismo tiempo, lo que se denomina `desacoplamiento`”.
Para lograrlo se requiere contar con energías limpias y un autoconsumo eléctrico. Aunque se han dado pasos importantes en ese sentido, como la definición de una política de Estado en materia energética, precisó que la economía chilena tiene mucho que avanzar en especial en la adopción de acuerdos a nivel doméstico y también internacional.
Recordó que “Chile asumió el compromiso voluntario de reducir en un 20% sus emisiones hacia el año 2020, pero sujeto al contexto internacional, y que para el 2025 el 45% de su capacidad de generación eléctrica instalada provenga de fuentes renovables no convencionales”.
Añadió que “Chile tiene una oportunidad irrenunciable en la Cumbre de París -que se realizará en diciembre próximo- para asumir un compromiso voluntario, pero claramente cuantificable para recudir la emisión de contaminantes”.