Durante el último mes, nuestra universidad ha celebrado múltiples ceremonias de investidura para distintas carreras del área de la salud y otras disciplinas, consolidándose como un hito fundamental en la formación académica de sus estudiantes. Estos actos, llenos de simbolismo y emoción, representan mucho más que la entrega de un uniforme o el paso a la vida clínica: marcan el inicio de una etapa en la que los conocimientos comienzan a ponerse al servicio de las personas, y en la que el compromiso ético y profesional cobra un rol central.

Carreras como Medicina, Psicología, Terapia Ocupacional y Obstetricia, han llevado a cabo sus respectivas ceremonias en los distintos campus de la Universidad Autónoma, comprometiéndose en su misión formativa centrada en la excelencia, el respeto por la dignidad humana y el aporte a la sociedad.

Cada investidura no solo involucra al estudiante, sino que también se convierte en un momento de encuentro con sus familias, quienes han sido pilares fundamentales en el proceso. La emoción de madres, padres, abuelos, hermanos y amigos que acompañan a los futuros profesionales es también un reconocimiento a la red de apoyo que sostiene a cada uno de ellos en el camino universitario. Su presencia no solo enaltece el acto, sino que da cuenta de que la educación superior es un proyecto colectivo.

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