Estudiantes internacionales en la U. Autónoma se transforman en voluntarios al fin del mundo
Durante todo un día, más de 20 estudiantes de intercambio en la Universidad Autónoma de Chile cambiaron los apuntes de clases por herramientas de construcción, para colaborar en las labores de restauración de espacios públicos en la población El Castillo, ubicada en el corazón de la comuna de La Pintana.
La iniciativa fue organizada por la Coordinación de Voluntariado de esta casa de estudios y Fundación Junto a Barrio, que convocaron a alumnos de México y a vecinos para darse a la tarea de reconstruir la plaza El remanzo y de paso concretar parte de los sueños de toda una comunidad para tener un lugar de encuentro al aire libre que pueda congregar a cientos de familias.
El grupo llegó muy temprano a ese sector de la zona sur de Santiago, convencidos de la utilidad de destinar parte de su tiempo libre a mejorar la calidad de vida de cientos de familias a través de la reposición de áreas verdes y mobiliarios para el esparcimiento y la recreación.
Las labores consideraron el retiro de basuras, escombros, soleras y juegos infantiles, en lo que fue la primera etapa del proceso de reposición y que en fases posteriores continuarán con la plantación de árboles, el pintado de soleras y la instalación de bancas, sin descartar la incorporación de otros elementos comunitarios en el área, contigua al recientemente inaugurado Parque Esfuerzo y Dignidad.
La Coordinadora de Voluntariado, Alejandra Cofré, destacó que el programa “Voluntarios al fin del mundo” es la nueva experiencia a la que invita esta institución de educación superior. “Para nosotros es muy importante que los alumnos extranjeros puedan generar vínculos y hacer un ejercicio comunitario de alta significación para todos ellos”.
Este tipo de actividades, a su juicio, permite acercarlos a una realidad distinta a sus intereses académicos. “En este afán solidario del programa de Voluntariado de la Universidad, los invitamos a conocer la otra parte de Chile y ser parte de un proyecto que va a ayudar muchas a recuperar un espacio público muy importante donde los niños van a poder jugar más tranquilos”.
A través de esta actividad, los estudiantes enriquecen su estadía en Chile con un trabajo voluntario colaborativo entre su casa de estudios, una entidad solidaria y los propios vecinos del sector.
Tania Capetillo, de la Universidad Marista de Mérida, México, aceptó la invitación para dejar su huella en el país más allá de las aulas y los laboratorios universitarios.
Si bien la realidad de La Pintana no dejó de sorprenderla, sabe que su trabajo podrá dar frutos pues se trata de una iniciativa de la que ha sido parte en varias ocasiones en su país. “Ayudar a la gente y ver a la comunidad feliz trabajando en equipo, es importante para mí”.
Rodrigo Villasuso, de la Universidad Autónoma San Luis de Potosí, afirmó que “lo que vemos en este tipo de actividades, en Chile y en México, son contrastes. Estoy aquí porque quiere demostrar que somos humanos y todos iguales, la diferencia la hacemos nosotros cuando hablamos de lugares marginales y de situaciones alejadas”.
A su juicio, la labor social no sólo enriquece a las comunidades sino muy en especial a quienes la llevan a cabo. “Uno crece y eso es una de las cosas más bonitas de este tipo de experiencias”.
La presidenta de la Junta de Vecinos El remanzo, Silvia Hueche, indicó que la labor de los alumnos extranjeros es de alto valor para el sector. “Es un gran aporte; nunca imaginé ver a jóvenes extranjeros en mi villa aportando a la comunidad. “Siento mucha alegría porque sé que ellos lo hacen por el bien de nuestra comunidad, para darle una mejor calidad de vida”.
Valoró además el esfuerzo de los jóvenes por destinar parte de su tiempo a ser parte del compromiso con la comunidad de ese sector de La Pintana y en especial a los niños.
El arquitecto del área de habitabilidad de Fundación Junto al Barrio, Andrés Morales, recordó que recuperar la plaza era un antiguo anhelo de la comunidad, convirtiéndolo en un lugar de reunión donde los vecinos puedan compartir.
Junto con destacar la colaboración de los estudiantes de la Universidad Autónoma de Chile, a través de su Coordinación de Voluntariado, indicó que “sé que los alumnos están muy orgullosos del trabajo que han hecho”. “Los voluntarios chilenos conocen de una u otra esta realidad, pero este grupo de extranjeros vienen con otras ideas y reflexiones en torno a un tema común de combatir la pobreza”.
En ese sentido, destacó que “esta iniciativa también nos une como latinoamericanos, nos reconocemos y se diluyen las diferencias que existen entre los distintos países».
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