Con el objetivo de mejorar la asistencia escolar y fomentar valores a través del deporte, un grupo de estudiantes de tercer año de la carrera de Pedagogía en Educación Física de la Universidad Autónoma de Chile en Talca lideró el proyecto “Educación Física para la Vida 2025”, una iniciativa desarrollada bajo la metodología de Aprendizaje más Servicio (A+S), enmarcada en las asignaturas de práctica intermedia y articulada con el Departamento Extraescolar de la Municipalidad de Linares.
La actividad central del proyecto fue un encuentro deportivo comunal, que reunió a escolares del segundo ciclo de cinco establecimientos: Juan Martínez de Rozas, Escuela Los Leones, Margot Loyola, Salomón Salman y Escuela Santa Bárbara. Para participar, los estudiantes debían cumplir con un requisito clave: la asistencia constante a clases, transformando así al deporte en un incentivo para asistir a la escuela.
“Partimos buscando una necesidad en nuestros establecimientos de práctica y nos dimos cuenta de que había una baja asistencia en el segundo ciclo. A partir de ahí surgió la idea: usar la educación física como herramienta motivacional. Hicimos actividades durante los recreos, los motivamos y finalmente organizamos este gran evento”, comentó Diego Rodríguez, estudiante y uno de los coordinadores del proyecto.
Desde la Coordinación de Aprendizaje más Servicio (A+S), su encargada Berenice González puso en valor el alcance pedagógico y humano de la propuesta. “Aquí los estudiantes lograron cumplir el resultado de aprendizaje de la asignatura, proponiendo un proyecto con estrategias pedagógicas que fomentaran la asistencia a través de la actividad física. Pero fueron más allá: se organizaron, planificaron y ejecutaron una jornada completa de vinculación con el medio, lo que no solo reforzó sus competencias disciplinares, sino también habilidades profesionales como la gestión, el trabajo en equipo y la comunicación. Fue un ejercicio real de rol docente que les abrió además nuevas redes para su futuro laboral”.
El proyecto fue un claro ejemplo de cómo el A+S permite a los futuros profesionales aprender haciendo, mientras contribuyen activamente en contextos reales. La experiencia también generó un sentido de pertenencia en los escolares participantes, quienes vieron en la jornada un reconocimiento por su compromiso y un estímulo para seguir asistiendo al aula.
Desde la Dirección de Vinculación con el Medio, su director, Felipe Sáez, destacó el enfoque comunitario de la actividad. “Esta experiencia nace de una necesidad real, detectada por nuestros estudiantes en su entorno de práctica. Lograron involucrar a más de 2.700 niños y niñas durante el semestre, con una propuesta que no solo tuvo impacto, sino también sentido”.
Por su parte, Mocayr Portes Junior, director de la carrera de Pedagogía en Educación Física, valoró el compromiso de los estudiantes y el efecto positivo de la propuesta. “Fue muy emocionante ver cómo un grupo que suele ser encasillado por su gusto por el fútbol, demostró una madurez profesional admirable. Identificaron una problemática, propusieron una solución y trabajaron en red con actores locales para concretarla. Organizaron todo ellos mismos, con la guía de su profesora, y eso es justamente lo que esperamos de los profesores que estamos formando”.
“Educación Física para la Vida 2025” se presenta como una iniciativa transformadora, donde se cruzan la pedagogía, la vocación docente y el compromiso social de futuros profesores con las necesidades reales de su comunidad.