Involucrar a más mujeres en las áreas STEM no es sólo deseable sino urgente y necesario para avanzar hacia una sociedad más justa, innovadora y colaborativa. Así lo plantea el profesor Manuel Castillo, director de Ingeniería Civil Industrial y vicedecano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Chile en Temuco. “Es un acto transformador, que potencia los entornos académicos y laborales, y amplía las posibilidades de desarrollo para las regiones y el país”.
Siempre le ha llamado la atención el bajo número de mujeres en Ingeniería, lo que, a su juicio, no refleja la capacidad ni el talento disponible. Por lo mismo, asegura que, como carrera, se han preocupado temprana y sistemáticamente de generar un cambio.
Entre varias otras iniciativas individuales y conjuntas, el año 2017 su carrera fue pionera en crear una jornada de diálogo sobre el rol de la mujer en la ingeniería. En 2022, se reunieron alumnas que sentían la necesidad de contar con un espacio propio de encuentro, colaboración y visibilización de las mujeres en ingeniería, que con el tiempo se transformó en un grupo de interés formal, activo, reconocido al interior de la Universidad y con una historia que ha inspirado a muchas otras.
Hoy, Manuel observa cómo cada vez más estudiantes mujeres optan por estudiar Ingeniería Civil Industrial. “Muchas de ellas destacan con las mejores calificaciones de su generación; han presidido en varias ocasiones el Centro de Estudiantes de la carrera y liderado actividades con escolares para fomentar vocaciones tempranas. Otras son profesionales que han sido reconocidas por la Universidad y por instituciones tan influyentes como el Colegio de Ingenieros”.
Esto refleja, a su juicio, una preocupación genuina de las mujeres por el desarrollo de su Facultad y su entorno. “Se trata de una participación empoderada, consciente y profundamente comprometida, que enriquece nuestra comunidad académica y la proyecta hacia una formación más equitativa, diversa y de alto impacto”.
Abrir espacios, reconocer talentos y acompañar trayectorias de mujeres en el área STEM no sólo transforma realidades individuales, sino que fortalece el tejido académico y profesional de nuestra Universidad y del país.