En el marco del proyecto “Aprendiendo con Ellas: Costos que Inspiran desde el Emprendimiento Familiar”, estudiantes del Laboratorio de Contabilidad de Costos participaron en una sesión especial que buscó conectar los contenidos del plan innovado con experiencias reales del emprendimiento local. La actividad, liderada por la académica Miseldra Gil, reunió a dos madres emprendedoras del rubro de la pastelería, quienes compartieron su historia, desafíos y aprendizajes surgidos a lo largo de tres años de trabajo sostenido.

La iniciativa forma parte del compromiso de la carrera por ofrecer instancias formativas que acerquen a los estudiantes a escenarios reales. Así lo destacó Lilybel Armijo, Directora de Ingeniería Comercial en Sede Santiago, quien señaló que “esta actividad se enmarca en la asignatura Laboratorio de Costos del plan innovado de Ingeniería Comercial. Dentro de las experiencias que quisimos rescatar fue generar el análisis de costos de una emprendedora del área de pastelería de Pirque, para que los estudiantes evidencien tanto sus dificultades como las fortalezas de manejar los costos y gastos en su organización”.

Las invitadas fueron Susana Rocco, creadora de Más Amor Pirque, y Susana Burgos, fundadora de Dulce Su Pirque. Ambas emprendieron motivadas por el deseo de generar autonomía económica desde el talento culinario y la gestión responsable de recursos, transformando la repostería artesanal en una fuente estable de ingresos y aprendizaje comunitario.

Para ellas, participar en esta instancia significó un doble aporte: compartir su recorrido y, al mismo tiempo, visibilizar el valor del emprendimiento femenino. “Para nosotras esto tiene un gran valor, porque primero ayuda a sensibilizar a los estudiantes sobre lo que significa un emprendimiento, y segundo nos permite generar redes, mostrarnos y que nos conozcan más. Sentimos que aportamos un granito de arena”, comentó Susana Rocco, reflexionando además sobre la importancia de transmitir experiencias que van más allá de los números: “Hay que traer casos prácticos e historias humanas. Eso hace que los estudiantes comprendan mejor lo que están estudiando”.

Desde su propia vivencia, Susana Burgos resaltó que mostrar cómo se inicia un negocio —con y sin formación formal— permite a los futuros profesionales comprender la diversidad del ecosistema emprendedor. “La idea es que ellos vean cómo uno comienza, cómo se parte y lo que cuesta. Una puede tener estudios, la otra no, pero nos complementamos. Les enseña que sí pueden partir de abajo, y que la universidad les dará una tremenda base para aplicar sus conocimientos y hacer crecer un negocio”, afirmó.

Para la Dirección de Carrera, este tipo de experiencias son esenciales en la formación integral. “Esto es totalmente positivo, porque aporta a la vinculación con el medio y permite que los estudiantes vean de manera práctica cómo, como futuros ingenieros comerciales, van a aplicar temáticas de contabilidad, marketing, estrategia y otras áreas asociadas a los emprendimientos”, agregó Lilybel Armijo.

La jornada culminó con un análisis guiado de los costos y la estructura del negocio presentado por las emprendedoras, permitiendo a los estudiantes poner en práctica contenidos académicos en un caso auténtico, cercano y significativo.

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