
El Centro de Estudiantes de Ingeniería Comercial del Campus El Llano Subercaseaux celebró el Día de la Carrera con una feria que llenó los patios de color, comida y actividades organizadas por cada generación. La instancia buscó promover la creatividad, la colaboración y la identidad universitaria, en una jornada que reflejó el sello innovador de la carrera.
La presidenta del Centro de Estudiantes, Nicol Muñoz, explicó que la actividad fue pensada como una forma de unir a los distintos niveles y mostrar que “los ingenieros comerciales también tenemos una gran cuota de creatividad”. A su juicio, el desafío fue doble: aprender a innovar con recursos limitados y disfrutar colectivamente del proceso. “Queríamos que todos pudieran compartir, pasarlo bien y sentirse parte de la universidad”, añadió.
En la misma línea, el tesorero Ítalo Mancarella comentó que la feria permitió poner en práctica habilidades propias del ejercicio profesional. Cada grupo debía organizar su stand con un presupuesto acotado, lo que, según señaló, “refleja la realidad que tendremos durante toda la carrera: hacer mucho con poco, pero de manera entretenida y colaborativa”.
Entre los asistentes, el entusiasmo fue transversal. Alexia Venegas, estudiante de segundo año, destacó que la experiencia rompió la rutina habitual de las celebraciones. “Siempre hacíamos lo mismo: comer y compartir, pero nunca habíamos organizado una feria. Me pareció una gran forma de mostrar lo que hacemos y dejar atrás los prejuicios sobre los ingenieros comerciales”, comentó.
Para Kiara Moreno, la jornada fue una oportunidad para fortalecer los lazos dentro de la carrera. Consideró que actividades de este tipo “ayudan a conocernos más entre distintos años y a demostrar que podemos unirnos para crear cosas significativas”.
La feria cerró con una alta participación y un mensaje compartido: la formación en Ingeniería Comercial no solo se aprende en el aula, sino también en espacios que estimulan la colaboración, la gestión y la creatividad como comunidad.