Los estudiantes y docentes de la carrera de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Chile, Sede Talca, que representaron a la institución en la 14ª Bienal de Arquitectura de São Paulo, realizaron una presentación abierta para compartir con sus compañeros la experiencia vivida en uno de los eventos más importantes del continente en materia de diseño, ciudad y sostenibilidad.
La exposición estuvo a cargo de Arón Fuentes, estudiante de tercer año, quien junto a Varenka Garrido, Sebastián Coria y Arturo Villanueva, guiados por los académicos Cristian Valdés, Paulina Farías, María Jesús Molina y Silvia Savio, desarrollaron el proyecto “Revalorización del Humedal Urbano de Talca”, seleccionado entre más de 160 escuelas de arquitectura de todo el mundo.
Durante la actividad, Arón Fuentes relató el origen de la iniciativa y cómo fue el proceso que los llevó desde el taller universitario hasta exponer en São Paulo. “Nuestra participación partió desde un concurso interno de la carrera, con el propósito de difundir nuestros trabajos y proponer soluciones a los desafíos del cambio climático. En el taller trabajamos junto a la comunidad del sector El Bajo, en Talca, y construimos dispositivos que invitan a recorrer y valorar este humedal urbano. Esa misma propuesta la adaptamos para la Bienal y coincidió plenamente con su temática sobre cómo habitar en un mundo cálido”, explicó.
El estudiante destacó además la importancia del trabajo colectivo y del compromiso con el entorno. “Lo que más me gustaría que mis compañeros se llevaran de esta experiencia es que nosotros, como futuros arquitectos, estamos llamados a buscar soluciones posibles a las problemáticas del territorio. En la Bienal vimos que en distintas partes del mundo se enfrentan desafíos similares, y que trabajando colaborativamente sí se pueden lograr cambios reales”, afirmó.
Por su parte, la directora de la carrera, Alejandra Salas, valoró el impacto de esta experiencia formativa y el liderazgo de los propios estudiantes en su difusión. “Es distinto cuando la motivación nace desde los estudiantes. La arquitectura tiene sentido como expresión de la vida cotidiana, y el que los alumnos puedan mostrar proyectos que, aunque surjan desde el aula, logran impactar en la comunidad y luego ser expuestos al mundo, es un tremendo valor. Este tipo de actividades incentiva a que más estudiantes se sumen a proyectos que no solo cumplen un objetivo académico, sino que también buscan aportar soluciones a problemas sociales y ambientales”, señaló.
Con esta instancia, la Escuela de Arquitectura pone en valor su formación práctica, colaborativa y conectada con el territorio, impulsando a sus estudiantes a crear propuestas que respondan a las necesidades reales de las comunidades y al mismo tiempo dialoguen con los desafíos globales de la arquitectura contemporánea.