Día Nacional de la Ingeniería – 14 de mayo
En mi rol como Ingeniero de Procesos en PF Alimentos, lidero el Pilar de Mejora Enfocada y Proyectos de Mejora Continua dentro de la División Industrial. Mi trabajo se centra principalmente en analizar procesos, proponer mejoras y generar eficiencia operacional, siempre con una visión estratégica alineada al sistema de gestión de la empresa.
Una parte fundamental de mi labor es identificar oportunidades de mejora, diseñar soluciones efectivas y coordinar su implementación junto a las distintas áreas involucradas. Además, estoy encargado de elaborar informes e indicadores diarios, semanales y mensuales, los cuales sirven de base para la toma de decisiones por parte de la jefatura.
También participo activamente en la capacitación del personal, la instalación y puesta en marcha de nuevos equipos, y el uso de herramientas estadísticas para optimizar procesos industriales. Todo esto lo realizo manteniendo una comunicación cercana con mis pares y fomentando un buen clima laboral.
Experiencias que dejan huella
¿Qué valores o principios adquiridos en la Universidad Autónoma sigues aplicando en tu vida profesional?
Durante mi paso por la Universidad Autónoma adquirí principios fundamentales que hoy definen mi actuar profesional. La responsabilidad, el compromiso con la mejora continua y la ética profesional son valores que aplico día a día en mi trabajo. También destaco el trabajo en equipo, la resiliencia frente a los desafíos y la orientación a resultados, los cuales fueron fortalecidos tanto en el aula como en experiencias de terreno. Hoy, esos principios me permiten liderar proyectos con impacto real, tomando decisiones con una mirada estratégica y siempre con foco en generar valor para la organización y las personas.
Si pudieras volver a tu primer día en la carrera, ¿qué consejo te darías?
Me diría a mí mismo que aproveche cada oportunidad desde el primer día. Que no espere sentirme completamente listo para participar en proyectos o prácticas, porque es justamente la experiencia la que forma al profesional. También me aconsejaría mantener siempre una actitud proactiva y abierta al aprendizaje, incluso cuando las cosas no salgan como se espera. Le recordaría a mi “yo del pasado” que los errores son parte del camino, y que cada desafío es una oportunidad de crecimiento. Finalmente, me diría que valore aún más la creación de redes con compañeros y docentes, ya que muchas veces esas relaciones se transforman en alianzas profesionales.
Vocación y experiencias universitarias
¿Hubo alguna experiencia en la UA que definió tu vocación o rumbo profesional?
Sí, una de las experiencias más significativas que definió mi rumbo profesional fueron las actividades desarrolladas en asignaturas con enfoque A+S (Aprendizaje + Servicio). En estas instancias, tuve la oportunidad de trabajar directamente con emprendedores de la ciudad de Constitución, aplicando conocimientos adquiridos en la carrera para resolver problemas reales y generar mejoras concretas en sus negocios. Esa conexión entre lo académico y lo práctico no solo me motivó, sino que también me ayudó a entender el impacto directo que puede tener la ingeniería en el entorno social y productivo local.
¿En qué actividad universitaria participaste que hoy sientes que marcó la diferencia en tu carrera?
Fui seleccionado como alumno de la carrera de Ingeniería Civil Industrial para participar en un proyecto de apoyo a emprendedores de la localidad de Temuco. Esta experiencia fue importante para mí, ya que me permitió salir del aula y enfrentarme a problemáticas reales de pequeños negocios que necesitaban organización, estructura y planificación. Trabajar codo a codo con futuros colegas de las sedes de Santiago y Temuco, junto con los emprendedores, escucharlos y entregarles herramientas concretas, me hizo comprender el impacto que un ingeniero puede tener en la comunidad.
Además, gracias a las actividades A+S en diversas asignaturas, también trabajé con emprendedores de Constitución, lo que me permitió aplicar conocimientos de gestión y procesos en diferentes contextos. Esta combinación de teoría y práctica no solo marcó mi desarrollo académico, sino que también potenció mis habilidades blandas, como la comunicación efectiva, la empatía y la capacidad de liderar en escenarios con alta carga social y humana.