 
                            La Universidad Autónoma de Chile reconoce los aportes de la inteligencia artificial, resguarda su uso crítico y juicioso como medio y no como fin del trabajo académico. Para ello, definió una serie de normas para sus programas de magíster, especialidades médicas y odontológicas, diplomados y cursos, y constituyó un Comité Académico de Mediación que deberá resolver discrepancias entre estudiantes y docentes, decidir sobre las infracciones y promover una cultura de integridad.
El director de Desarrollo y Postgrado y presidente de esa instancia, Dr. Gustavo Niklander, explica que “la expansión de la IA desdibujó fronteras que antes dábamos por supuestas, la autoría, originalidad, trazabilidad del trabajo y sentido formativo de la evaluación. En ese cruce entre oportunidad tecnológica y riesgo ético, existen dos carencias: criterios homogéneos para actuar y una instancia imparcial para resolver disputas complejas. El comité nace para cubrir ese vacío”. Asegura que el fin último es “proteger la integridad del aprendizaje, que el estudiante aprenda de verdad y que el docente evalúe con justicia, promoviendo el uso explícito, responsable y declarado de la IA”.
En ese sentido, añade que este órgano -que se reunirá una vez al mes- también impulsará un plan de mediación y acompañamiento, estrategias, capacitación, difusión, alineación y liderazgo, que ayude a diseñar evaluaciones auténticas, explicitar el rol de la IA en cada actividad y desarrollar competencias de uso crítico y transparente. Lo integra el Dr. Víctor Yáñez como director Académico, y un representante de cada Facultad: Dra. Karla Rubilar (Ciencias de la Salud), Dra. Lorena Araya (Ciencias Sociales y Humanidades), Dr. Francisco Bedecarratz (Derecho), Dra. Esther Carpio (Educación), Mario Sarian (Administración y Negocios), Ítalo Sepúlveda (Arquitectura, Construcción y Medio Ambiente), y la Dra. Alejandra Pérez (Ingeniería).