Un total de 26 comunas de tres regiones de Chile son actualmente Zonas de Escasez Hídrica según decretos del Ministerio de Obras Públicas. En ellas, los grupos en situación de pobreza y las zonas rurales, donde la infraestructura es más precaria, sufren los mayores impactos.
El proyecto Anillo ATE220047 de la Universidad Autónoma de Chile “La crisis social del agua: desarrollo de modelos de gobernanza colaborativa en el contexto de la megasequía en la zona centro-sur de Chile”, busca avanzar hacia una nueva política pública a partir de la evidencia obtenida.
Articulación con el sector público
La investigación, liderada por la académica Dra. Paola Bolados y en la que participa un equipo multidisciplinario, aborda la crisis como un fenómeno sociocultural, económico, productivo, regulatorio y de género, a escalas local, provincial y regional.
“Analizamos experiencias colaborativas territoriales en las cuencas de los ríos Aconcagua, Maule y Toltén en la zona centro-sur, que es la más afectada, para identificar cómo actores se están articulando para resolver esta crisis”.
Desde el inicio del proyecto, ha compartido sus avances con organismos estatales. Entre ellos, el Ministerio de Obras Públicas, la Dirección General de Aguas, el Ministerio de Medio Ambiente, la Comisión de Recursos Hídricos, Desertificación y Sequía del Senado, gobiernos regionales, municipios y Cooperativas de Agua Potable Rural.
Más allá del diagnóstico
La gestión del agua basada en la asignación de derechos es, a juicio de la Dra. Bolados, uno de las grandes falencias del actual modelo, que además relega a un rol sólo de cuidado y no de distribución a actores claves, como las comunidades indígenas, pequeños agricultores y mujeres.
La diversidad territorial, de ecosistemas y biodiversidad en términos de pluviometría y otras particularidades, hacen que sea imposible aplicar un enfoque único para todo el país.
“Proponemos un modelo de gobernanza colaborativa, donde distintos actores participen e incidan en la toma de decisiones en torno a la política del agua, que tiene un rol social fundamental, reconociendo la heterogeneidad territorial y articulando a organismos públicos y privados en la administración, gestión y protección del agua”.

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