•  Durante los próximos meses los estudiantes de enfermería de la Autónoma comienzan sus pasantías en los distintos campos clínicos con los que esta casa de Estudio Superiores mantiene convenios de colaboración mutua con  : El Hogar del Buen Samaritano en Molina; el Hospital Carlos Ibáñez del Campo en Linares; y diversos CESFAM de la comuna de Talca, entre otros.

DSC_0112Por séptimo año consecutivo la carrera de Enfermería de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, inviste a 113 futuros profesionales de la salud. Esta ceremonia se ha convertido en una  tradición, la cual está cargada de emociones y simbolismos que tienen como propósito marcar el inicio de una nueva etapa profesional.

En esta oportunidad,  la  Aula Magna de esta casa de estudios se repletó de padres, familiares, amigos, autoridades y docentes, quienes fueron testigos de este nuevo paso en la carrera de sus seres queridos.

 “Este momento es muy especial, esta es nuestra séptima ceremonia de Investidura, sin embrago, siempre es muy emocionante ver cómo los estudiantes están preparados y listos para iniciar su práctica profesional. Por primera vez se visten con sus uniformes clínicos en compañía de sus padres y hoy se comprometen con la sociedad para ejercer un rol como profesionales”, añadió Janet Vargas, Directora de la Carrera de Enfermería de la Universidad Autónoma de Chile en Talca.

La Directora destacó la importancia que los alumnos sean capaces de ser un aporte en los nuevos cambios que vienen en salud, transformaciones que ayudan a disminuir las patologías, haciendo que la gente se sienta atendida con calidad. Pero con una calidad relacionada no sólo con tópicos como la gestión y el cuidado; sino que también,  con  un cuidado humanizado que es lo que pide hoy la gente a los profesionales de la enfermería.

“Me siento feliz y orgullosa porque es un paso más para la carrera, fueron años de esfuerzo y perseverancia, pero así nos damos cuenta que todo se puede lograr”, señaló Fernanda Hormazábal, estudiante de la carrera de Enfermería de la Universidad Autónoma de Chile en Talca.

“Esta es sólo la primera etapa, tiene que seguir adelante, estoy muy feliz y no tengo palabras para expresar el orgullo que siento al verla convertirse poco a poco en  enfermera”, agregó el apoderado Julio Hormazábal.

“Estoy muy contenta y feliz de estar en este momento tan importante para mi hijo, ha sido un proceso largo y extenso que hoy está dando sus frutos” señaló la apoderada Robira Castillo.

Me siento ansioso y emocionado, este es el inicio de la etapa en la que entramos en contacto con los pacientes. Los primeros años son difíciles, pero a medida que pasa el tiempo y aunque va aumentando la carga académica, uno se va afiatando con su carrera” puntualizó Felipe Martínez, estudiante de la carrera de Enfermería de la Universidad Autónoma de Chile en Talca.

En la ceremonia fueron presentadas las tres prendas que representan el espíritu de la carrera; la toca; la lámpara y el uniforme. La primera, denominada también Cofia, tiene su origen en la evocación de las monjas ligadas a

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la tradición católica y el cuidado a los enfermos. Durante la época medieval recibió el nombre Toca, su diseño consistió en un «gorro» cuya finalidad era proteger el cabello y cubrirlo, ya que peinarlo constituía una larga y fastidiosa tarea.

La segunda, tiene relación con la mentora de todos quienes profesan este oficio, la británica Florence Nightingale, quien también fue conocida como “La Dama de la Lámpara”. Debido a sus rondas nocturnas donde visitaba  a los enfermos de gravedad en los campos de guerra de Crimea.

Finalmente, la tercera, fue una costumbre adquirida con el tiempo que consistió en un sencillo vestido de percal y zapatillas cómodas, un mandil a la altura del tobillo de color blanco, como sinónimo de limpieza y pureza.

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