El 5 de abril de 1967 se creó en Chile la Asociación Nacional de Terapeutas Ocupacionales, a instancias de un grupo de egresados y de la Federación de Profesionales y Técnicos de la Salud. Posteriormente, esa fecha fue declarada como el día nacional de la profesión.
Como ya es tradición en la Universidad Autónoma de Chile, para conmemorar ese hito la dirección de carrera en Santiago en conjunto con sus estudiantes, diseñaron una intensa agenda de actividades académicas y recreativas que se extendieron durante toda la semana pasada.

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“Todas ellas estaban contextualizadas en el concepto de la ocupación humana”, explicó su director, Jorge López. “En torno a ellas, abordamos las competencias disciplinarias y profesionales involucradas en nuestro desempeño con énfasis en habilidades blandas y el trabajo colaborativo”.

La programación comenzó el lunes con la presentación de las alianzas en que se distribuyeron los alumnos, para continuar en los días siguientes con intervenciones sociales en torno a la discapacidad, competencias de deporte adaptado y una feria de laboral inclusiva en la que participaron cuatro instituciones y centros privados.

La agenda terminó el viernes con una conferencia de Sonia Castro, presidenta de Mamá Terapeuta, fundación que creó el 2006 a raíz de su experiencia personal como madre de una niña con discapacidad física severa y de la necesidad de generar vínculos y redes de apoyo que hoy suma 12 mil familias en distintos países.

“En el quehacer del terapeuta ocupacional es fundamental considerar una mirada social de la discapacidad”, dijo finalizada su exposición. “Se trata de comprender que la persona está por sobre el diagnóstico específico”.

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Al destacar la importancia de ese paradigma en la formación de los futuros profesionales, subrayó que “si un estudiante hoy se enfrenta recién en su etapa laboral a personas distintas, no tendrá las herramientas para desempeñarse. Mientras antes podamos interactuar con la diferencia, mejor”.

“Su período de formación es el momento más oportuno para hablarles de esta realidad, romper los esquemas, alejarlos de la teoría y acercarlos a la realidad concreta”.

En esa misma línea, el director de carrera destacó que “Sonia nos mostró la otra cara y un nuevo paradigma de nuestro ejercicio profesional con personas en situación de discapacidad”, desempeño que por cierto debe incluir al usuario y también a su núcleo familiar, que a su juicio cumple un importante rol facilitador.

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