La directora de la carrera de Ingeniería en Construcción en Temuco, Daniela Quintana, ha planteado a través de una columna de opinión compartida con diferentes medios de comunicación la necesidad de cambiar nuestra mirada como sociedad hacia una economía circular, donde seamos conscientes de lo que utilizamos, cómo lo usamos y de qué forma ayudamos para que el plástico, la basura doméstica e incluso nuestros alimentos no se transformen en desperdicios sin cumplir un ciclo de vida más extenso.

En esta propuesta, la académica plantea que «en un país donde la generación de grandes cantidades de desechos domiciliarios se convierte en un tema obligado de conversación, resulta clave sentarnos a pensar en cómo nuestras acciones colaboran, de forma negativa, en el aumento de contaminación ambiental. Las políticas públicas y los diferentes aportes que realizan proyectos de origen privado en esta materia han generado un cambio y hoy permitan reciclar y tratar nuestra basura de otra forma, pero ¿es suficiente solo reciclar? Al parece es importante, pero no todo lo suficiente para combatir los 1.5 kilogramos de basura que cada familia genera en Chile diariamente».

Para combatir esta enfermedad de los desechable «hay dos tareas previas que debemos comenzar a ejecutar: reducir y reutilizar. Lo anterior solo será posible si comenzamos a pensar en el supermercado si es realmente necesario comprar verduras en una bandeja de poliestireno expandido envueltas en una lámina de plástico o si es mejor utilizar envases retornables al adquirir una bebida. Debemos cambiar nuestra mentalidad sobre todo cuando restan solo algunos días para que el 3 de febrero se diga adiós a la entrega de bolsas pláticas en el retail. Es una buena acción, pero no suficiente si seguimos adquiriendo empaques excesivos que al llegar a casa terminarán su ciclo de vida en menos de tres horas», puntualizó la directora de carrera.

Pero no solo plástico desperdicia el hombre. De acuerdo con informes planteados por la ONU para la alimentación y la agricultura, un tercio de nuestros alimentos se pierden o desperdician y si pudiésemos realizar un listado con los productos necesarios para el consumo justo, sería una buena forma de evitar que estas cantidades de alimentos terminen en la basura.

Quintana sostuvo «la economía actual se conforma de un sistema de producción lineal, donde extraemos las materias primas para la fabricación de productos que luego de ser utilizados se eliminan, provocando un agotamiento de los recursos naturales y combustibles fósiles, aumento de los residuos y por ende contaminación. Eso debe ir cambiando en forma paulatina, debemos emigrar hacia un crecimiento que va de la mano con el acceso a recursos finitos y al impacto en el medio ambiente que esto conlleva. La Economía Circular viene a apoyar esta medida, pero para lograr esto, es necesario realizar cambios en nosotros los consumidores. Si no solucionamos el problema del uso o mal uso del agua, la agricultura se va a ver afectada; si seguimos generando más basura o no gestionamos el manejo de esta, en algún momento no tendremos terreno donde depositarla».

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