La carrera de Psicología realizó en forma virtual su tradicional jornada “Salud Mental, Materna y Perinatal”, actividad que contó con la participación de destacados psicólogos de la región, quienes analizaron esta temática hoy desde la perspectiva de todo lo que implica enfrentar la pandemia de COVID-19.
La doctora en Psicología Clínica, Rosario Spencer, fue la primera en exponer, basando su charla en la Teoría del Apego, desarrollada por el destacado psicoanalista John Bowlby, poniendo énfasis en que debido a los cambios a los que nos estamos sometidos en una situación de estrés, es importante plantearse la forma en la que se practica actualmente el apego.

La profesional sostuvo que como sociedad nos vemos afectados por el confinamiento y los niños, por muy pequeños que sean, están siendo objetos del impacto del Coronavirus. “Una vez que el niño se siente en peligro, inseguro, va a activar sus conductas de apego para llamar la atención de su cuidador; si el cuidador es capaz de resolver la necesidad del niño, este niño va a poder estar tranquilo, regular sus emociones y poder activar los otros sistemas conductuales. Desde ahí que estas conductas de apego son sensibles a las respuestas del cuidador. Un cuidador que responde de manera oportuna y eficiente, va a ayudar a ese niño a desactivar sus conductas de apego, mientras que un cuidador que a lo mejor no responde y es menos eficiente, va a hacer que estas conductas de apego se mantengan presentes o se distorsionen. Recordemos que el niño va aprendiendo a decodificar las señales emocionales de su cuidador. Si el cuidador está enojado, esta irritable, el bebé va a ser capaz de comprender esos estados emocionales, mucho antes de que estos sean expresados verbalmente”, detalló Spencer.

La psicóloga agregó que estamos viviendo un escenario de grandes cambios, los que se ven dosificados a través de distintos canales. “Los cambios nos afectan a través de tres canales: el canal emocional, el canal conductual y el canal cognitivo. Probablemente, nuestros estados emocionales han cambiado y estos cambios se pueden dar en el mismo día. Quizás, al principio de la pandemia en el mes de marzo, estábamos con una cierta disposición anímica y ahora esta ha cambiado bastante. Por otro lado, con todo lo que ocurre, tenemos dificultades para sentir emociones placenteras y para tener sentimientos positivos. Recordemos que además estos tres canales están juntos, se combinan, coexisten. Probablemente, si estoy teniendo emociones negativas muy intensas, eso también va a llevar a que mi conducta se condiga con esta emoción y mis pensamientos también”, destacó Spencer.

Otro de los participantes del encuentro fue el pediatra, docente de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, Dr. Rodolfo Müller, quien abordó el uso de aparatos tecnológicos en niños durante la pandemia y, además, recomendó la realización de rutinas con los pequeños. “Hoy en día hay unos nuevos cuidadores de nuestros niños y esos cuidadores son los dispositivos electrónicos. El tiempo que pasan en celulares, tablet y otros aparatos electrónicos, va a depender de la edad que tenga el niño. Estudios detallan que entre una hora y una hora y media debiera ser el tiempo estimado de utilización de dispositivos móviles en los pequeños. Cuando son más grandes, el uso también debe ser de una hora; la idea es que el adolescente en tiempo de pandemia logre conversar con su familia y no que se introduzca por completo en un mundo virtual. Por otro lado, es importante tener un esquema similar al que teníamos antes de que comenzara la crisis sanitaria. Es recomendable mantener rutinas saludables, tiempo individual especial y practicar alguna disciplina. Tener paciencia y evitar la cobertura infinita de noticias es fundamental”, finalizó Müller.

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