La historia de la kinesióloga que lucha contra el fuego

Como la nueva mujer fantástica fue bautizada por los usuarios de las redes sociales Lorena Torres (22), cuando se viralizó su imagen como bombera trabajando en los incendios que afectaron a la localidad de Pitrufquén, Región de La Araucanía.
A la estudiante de kinesiología de la Universidad Autónoma no le gusta del todo el apelativo. Con una mezcla de timidez y modestia, señala que el día que le sacaron la foto “éramos muchas mujeres y todas cumplíamos una función importante en el control de la emergencia, al igual que nuestros compañeros”.

Lorena señala que en reiteradas oportunidades ha escuchado de la poca valoración del trabajo que realizan las mujeres en bomberos. “Se cree que porque una tiene menos fuerza hace labores menores, pero no es así. Cuando ingresé me dijeron que todos hacíamos el mismo trabajo”.

Enfrentar desafíos, ponerle el hombro a la adversidad y buscar herramientas que le permitan ayudar a los demás, define -a grandes rasgos- como es Lorena, quien durante los primeros años de universidad destinaba cerca de tres horas diarias para trasladarse desde su casa en Teodoro Schmidt a la Autónoma en Temuco. “Pero no me quejo tanto, porque existen otros estudiantes que tienen que recorrer distancias mucho más largas”, reflexiona, acotando que tiene una compañera, bombera, pero de Nueva Imperial.

Su acercamiento a la kinesiología se remonta a una situación dolorosa acaecida hace 11 años. “Un primo intento suicidarse y quedó en estado vegetal (de por vida); durante el verano que estuvo en la clínica lo acompañábamos prácticamente todos los días a terapia”, de esta forma, Lorena descubrió la motivación de ayudar a los demás.

De lunes a viernes la Teniente Primera, vuelca toda su concentración en los estudios, cursa quinto año y se prepara para realizar el internado en el CESFAM de Pueblo Nuevo (destinación que asigna la universidad) y los sábados y domingos los dedica de manera íntegra al cuartel y sus labores como bombera.

Hasta ahora, Lorena tiene bien ganado el apelativo de mujer fantástica.