El reconocido astrónomo chileno, José Maza, estuvo en Talca dictando dos charlas en el marco del programa del evento de divulgación científica “Maule, mira tú cielo”, que hasta el domingo se realiza en la Universidad Autónoma de Chile organizado por Conicyt, la Fundación EcoScience, el Telescopio Gigante de Magallanes y la institución de educación superior.

Maza captó el interés de todo tipo de público que llegó hasta el Aula Magna universitaria para escucharlo hablar sobre uno de los principales desafíos que tiene hoy el hombre como es colonizar Marte y también sobre la historia del ser humano íntimamente ligada al Universo y las estrellas.

En la charla “Marte, la próxima frontera”, Maza hace un recorrido de la carrera espacial del ser humano y de las posibilidades de llegar a establecer una colonia en el denominado planeta rojo. “¿Será posible? Yo no tengo idea si es posible o no. Pero Marte es el lugar que el hombre tiene que pensar en ir a colonizar. Ahora en una de esas no podemos porque ir a Marte es muy difícil, pero por lo menos lo intentamos. Yo prefiero haberlo intentado y fracasado que no haberlo intentado nunca. Así es que yo voy por ir a Marte”, planteó el científico.

José Maza 3En ese contexto, el astrónomo sostuvo que pensar en esta empresa implica buscar soluciones a una serie de elementos vitales para la existencia de una colonia en el planeta. “Creo que es el próximo sueño del ser humano porque Marte es un planeta que en principio es colonizable pero hay que ver cómo respiramos allí porque no hay atmósfera y, por lo tanto, hay que ver de dónde sacamos oxígeno, primero, y también agua, aunque ahora hay buenas pistas de que parece que hay agua incluso líquida. Hay que ver cómo hacemos agricultura en Marte que es un desierto brutal y la pregunta es: ¿podremos hacer agricultura y tener éxito, plantando papas, tomates, cebollas, zapallos, en Marte? Tal vez sí, tal vez no. Pero creo que es un gran desafío para el hombre”, indicó Maza.

 

POLVO DE ESTRELLAS

En su charla “Somos polvo de estrellas”, el investigador cuenta la historia del hombre, pero con todos los elementos de la astronomía. “Somos polvo de estrellas es una historia que tiene que ver con el origen de los elementos químicos en el Universo y para hablar de ello qué mejor que hablar de los que componen nuestro cuerpo, que de la cabeza a los pies está hecho de átomos y esos átomos son todos del Cosmos”, planteó Maza.

El astrónomo explicó que la mayoría de los átomos son de hidrógeno y que ellos tienen 13.800 millones de años de data, y que el resto de los elementos químicos se formó en el interior de las estrellas. “El Universo en el Big Bang solo tenía hidrógeno y helio. El carbono, el nitrógeno, el oxígeno, que son componentes fundamentales de nuestro cuerpo, se crearon en el interior de una estrella, y de ahí salieron volando y fueron enriqueciendo las nebulosas, que todavía no formaban estrellas, para que las nuevas estrellas tuvieran un poquito de estos elementos. Al final, después de 9 mil millones de años, en el proceso de enriquecer químicamente el Universo, recién nació el Sol y la Tierra y todos los elementos químicos del cuerpo de cualquiera de nosotros tienen más de 4.600 millones de años”, contó.

De esta forma, Maza señaló que, por ejemplo, los átomos de calcio de nuestros huesos los fabricó una estrella, y que, en ese contexto, “en alguna medida somos parte de una estrella porque los átomos de los huesos nuestros fueron parte de una estrella”, indicó.

Finalmente, junto con asombrar y estimular a las audiencias con estas temáticas, Maza puso sobre la mesa un desafío para las nuevas generaciones. “A los niños siempre los invito a que tengan un sueño que vaya más allá de la cotidianeidad. Para ir a Marte, es cierto que primero tienen que ir los más hábiles, gente que sepa hacer cosas, pero una vez que las cosas estén construidas se va a necesitar de todo el mundo y en la Tierra hay tantas cosas que uno quisiera hacer de otro modo y que en Marte no se han hecho nunca, que tenemos la oportunidad de hacerlo todo desde cero. Entonces podemos, con toda la experiencia que tenemos en la Tierra, a lo mejor hacer las cosas bien. Yo tengo el entusiasmo de creer que por lo menos algunos de los errores más básicos de la Tierra no los vamos a repetir en Marte”, concluyó.

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