A partir de las diferentes manifestaciones que han realizado vecinos de Las Condes en protesta por el emplazamiento de viviendas sociales en su comuna, los académicos que conforman el Instituto de Estudios del Hábitat observan desde Temuco este fenómeno y  plantean un análisis en torno a los mitos y desafíos que implica un proceso de integración residencial.

Según señalaron «diversos estudios realizados en Estados Unidos han mostrado que los conjuntos mixtos no afectan significativamente el valor de las unidades de mayor valor que los integran, ni tampoco el de las propiedades vecinas; es más, pueden generar efectos positivos cuando contribuyen a la rehabilitación o mejoramiento de zonas deterioradas. Por cuanto, es un mito que se vaya a afectar la plusvalía de las actuales viviendas, son pretextos para ocultar un tema cultural mucho más profundamente arraigado en nuestras conciencias: el clasismo».

Ante esto los académicos dejaron en claro que uno los principales desafíos que supone la integración residencial es claramente superar la traba cultural del clasismo, «donde el temor al contacto interclase, el miedo a perder el reconocimiento social de un barrio de clase alta por uno mixto y diverso es extremadamente fuerte. Poco valor, pareciera así tener una forma concreta de superar las desigualdades tan propias de nuestra estructura social. Desigualdades, que en términos residenciales parten por el no reconocimiento del “otro”, más bien, por el deseo de mantener la exclusión y segregación espacial de grupos sociales que no cumplen con el estándar económico».

En este sentido, los académicos de Temuco explicaron que el Subsidio Habitacional  de Integración Social permite, al haber una combinación de viviendas de mayor y menor  valor, el acceder a terrenos mejor ubicados y así acercar a familias vulnerables de la población a  una nueva espacialidad urbana con mejores posibilidades de desarrollo, es decir, posibilita una “nueva geografía de oportunidades”.

Respecto a la decisión política que las autoridades de Las Condes han tomado, el grupo de expertos cree que es posible que la medida permita modificar la cultura de la segregación espacial de la comuna, siempre y cuando «se acompañe de una política urbana integral que atienda no solamente a la superación de la distancia física sino que también la brecha sociocultural».

 

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