ICE Maule cierra en “Neutral” primer semestre de 2021 y se acerca a niveles de confianza de inicios de 2019

En nivel “Neutral”, con un incremento de 8 puntos, se mantuvo en junio de 2021 el Índice de Confianza Empresarial del Maule (ICE Maule), elaborado por la carrera Ingeniería Comercial de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, con metodología de la Universidad del Desarrollo (UDD) e información de la Asociación de Industriales del Centro (Asicent).

Tras mantener la percepción “Neutral” del mes de mayo, se observa que el promedio móvil trimestral del indicador avanzó de “Levemente Pesimista” a “Neutral”, lo cual se acerca a los niveles registrados durante la primera parte de 2019.

Al analizar el comportamiento del ICE Maule al primer semestre de 2021, la vicedecana de la Facultad de Administración y Negocios en Talca, Jennifer Rivera, señaló que el comportamiento del indicador responde a los distintos fenómenos sanitarios y socioeconómicos producidos en pandemia, los cuales han impactado en las expectativas de los empresarios.

“Lo más reciente es la variante Delta…Esto claramente generó alarmas desde el punto de vista de su repercusión inmediata…Por otro lado, los indicadores de desempeño de la economía nacional, así como los internacionales y las proyecciones de analistas y expertos, empiezan a tomar cierto vigor y señales de recuperación…Ha habido efectos contrapuestos que han generado leves despegues desde el pesimismo, pero que todavía no logran permear los mercados con un nivel de fuerza tal que hagan que la percepción pase a ser optimista”, explicó.

A esto Rivera agregó que la Región del Maule ha presentado un leve rezago en su ICE, respecto del indicador de confianza nacional, con un matiz un poco más pesimista.

 

CONFIANZA EN LOS SECTORES

El ICE Maule de junio reveló que el sector Agrícola aumentó su nivel de confianza (+15 puntos) de “Levemente Pesimista” a “Levemente Optimista”, mientras que Industria (+8 puntos) y Comercio (+2 puntos) avanzaron de “Neutral” a “Levemente Optimista”. El sector Financiero ascendió (+5 puntos) de “Levemente Pesimista” hasta “Neutral”, al tiempo que Construcción mantuvo el nivel de confianza “Neutral” de mayo.

Respecto del nivel de confianza de los sectores económicos de la región, de enero-junio de 2021, Rivera analizó que en el caso de la Industria y su percepción favorable de las condiciones, tal apreciación está relacionada con las características y tipos de empresas que conforman el sector, como las empresas de manufactura.

“Ahí están obviamente los bienes de consumo de primera necesidad y, por lo tanto, es una demanda que ha tendido a mantenerse estable. De hecho, en muchos casos ha incrementado con el propósito de mantener abastecidas a las familias y es un sector de la economía que en general presenta una condición quizás menos vulnerable al devenir de la pandemia”, agregó.

Rivera acentuó que aunque todos los sectores han sido golpeados, dada la naturaleza del sector Industria, se debe esperar un impacto marginal en comparación con lo que pueda ocurrir en las demás actividades.

 

PERCEPCIÓN A SEIS MESES

El “Número de Trabajadores a Contratar” y los “Niveles de Inventario”, durante el primer semestre de 2021, fueron dos de las percepciones analizadas por la vicedecana.

En este sentido, destacó que el “Número de Trabajadores a Contratar” está relacionado con el comportamiento de los indicadores de empleo y la tasa nacional de desempleo, y en particular, de manera desagregada, con la situación de la Región del Maule, que no es diferente al escenario país, con un importante rezago del mercado laboral.

“Claramente el empleo femenino ha sido el más golpeado. El mayor impacto, en términos de la destrucción del empleo, el mayor golpe lo recibió el mercado laboral femenino y, por otro lado, se dio la salida de muchas mujeres que antes participaban como fuerza laboral y que dejaron de pertenecer a ella, pues han optado por dedicarse al cuidado de hijos y adultos mayores o bien a las labores de la casa… El desafío para las autoridades actuales sigue siendo cómo levantar esos indicadores, por eso también se puede observar que respecto a la proyección en el ´Número de Trabajadores´ hay un rezago en el indicador”, analizó.

Sobre los “Niveles de Inventario”, señaló que estos han mantenido una relación directa con el comportamiento de la demanda por consumo: en la medida que el consumo de ciertos bienes ha incrementado, se observan quiebres de “stock”.

“También hemos visto en el caso de bienes que son más prescindibles en escenarios de emergencia como el de la crisis sanitaria, que por el contrario hay acumulamiento de ´stock´. El tema de los inventarios tiene una dinámica que dice relación con el tipo de inventario, el comportamiento de la demanda y el consumo”, explicó.

En el caso de los bienes durables (celulares, computadores, artículos electrónicos y de tecnología, entre otros) y los de primera necesidad (alimentos, artículos de aseo y de tocador, entre otros), se ha visto que los retiros de las Administradoras de los Fondos de Pensiones han impulsado favorablemente el comportamiento de su demanda, lo que se ha traducido en una desacumulación de inventarios, a nivel de quiebres de “stock”.

 

HACIA EL FUTURO

El plan de vacunación y las fases del Plan Paso a Paso, han incidido en los niveles de confianza empresarial.

“Existe evidencia que muestra que en la medida en que mejoran las expectativas de futuro y, por cierto, la confianza de los actores relevantes del mercado, se pueden avizorar escenarios venideros con mayores niveles de optimismo en materia de desempeño de la economía, tanto a corto como mediano plazo, lo que a su vez debiera redundar en una mayor disposición a invertir, a contratar y a consumir… Eso claramente es el insumo que necesita la economía nacional y regional para poder aceitar su estructura productiva y reactivar la actividad y con eso retomar la senda de crecimiento prepandemia, para lograr la ansiada recuperación económica del país que se ha visto brutalmente golpeada por el Covid-19”, manifestó Rivera, quien consideró que la meta es mejorar el ritmo e intensidad de la actividad económica, así como promover mejores condiciones y perspectivas que se traduzcan en mejoras en el nivel de bienestar para las familias.

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