Por Alberto Coddou Mc Manus y Pablo Contreras

Las redes sociales se han usado en muchas elecciones para radicalizar las posturas políticas y difundir mentiras y prejuicios. Los autores creen que hay un importante riesgo de que afecten el debate abierto que requiere el proceso constituyente chileno. Sin embargo, la regulación no es tan fácil pues buena parte de las noticias falsas se difunden a través de cuentas personales. ¿Cómo reducir el daño que causa de la expansión de mentiras y prejuicios, sin coartar la libertad de expresión, la cual no exige que lo que se diga sea verdad? En esta columna los autores hacen algunas propuestas urgentes.

Fuente: CIPER Chile

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