El inicio de las prácticas clínicas es un paso crucial en la formación de cualquier estudiante del área de la Salud. De asignaturas con contenidos generalistas, pasan a materias propias de la carrera y a conocer en terreno el real funcionamiento del sistema público y privado. En la Universidad Autónoma de Chile, la ceremonia de investidura marca ese nuevo ciclo formativo, en el que tendrán su primer contacto real con pacientes vistiendo el uniforme que distingue a la que será su profesión. Más de 60 alumnos de tercer año de Obstetricia y Puericultura en Santiago, iniciaron esa experiencia clínica con una emotiva ceremonia de investidura en compañía de autoridades de la Facultad de Ciencias de la Salud, docentes y familiares más cercanos. En su discurso la directora de carrera, Sonia Muñoz, señaló que “vestir por primera vez el uniforme de matronas y matrones, marca el inicio de su vida como personas con vocación de servicio. Entendemos que es ese el espíritu que los motivó a elegir la profesión”. Por lo mismo, los convocó a “respetarlo siempre, a dar apoyo sin restricción a las mujeres, padres y familias, por quienes nuestro trabajo adquiere su verdadero y más profundo significado pues estamos presentes en las etapas más importantes del ciclo vital”. La matronería es a su juicio una de las profesionales con más historia en el país desde su creación en 1833 “destacándose por nuestra calidad profesional” y su rol es cada día más relevante, sobre todo después de la intensa discusión pública generada durante los últimos meses. “Los insto a que tomen el principio primordial de nuestra profesión; ser humanos”, subrayo Muñoz. “Porque esa es nuestra esencia: ayudar a otros independiente de las condiciones. Sin condiciones”.

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